Capítulo 19: ¿DE VERDAD SE HIZO REALIDAD?

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17° mes

-Montse, ven ya a mi oficina- Me dijo mi tía Harris por medio de la línea telefónica.

-Pero tía, son las 7 de la mañana y es domingo- Le dije somnolienta.

-¡VEN RAPIDO!- Me grito, lo que ocasionó que me sobresaltara.

-De acuerdo, ya voy-

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Cuando llegue a la oficina de mi tía, estaba prácticamente vacía, solo había unas cinco o seis personas.

-Montse...- Me llamo una voz conocida.

Me di la vuelta para ver de frente aquella persona.

-Agente Wilson-

El agente Wilson es el que me salvo de ser torturada por... aquel hombre. Es una buena persona, pero casi no lo veo justamente porque su presencia me incomoda.

-Hace mucho que no te veo, ¿Cómo estás?- Me sonrió.

Esta vez no estaba incomoda, en realidad estaba... contenta de verlo.

-He estado mejor, gracias-

-Eso es muy bueno- Me miro por un momento. –Buscas a tu tía ¿cierto?-

-Si...-

-Supongo que encontró a esas personas que tantas buscas- Me dijo serio.

-¿A-a que se refiere?- Si es lo que estoy pensando...

-Está en su oficina, ve- 

Solo asentí.

No lo pensé dos veces y salí casi corriendo.

¿Esta vez sí será ellos? Esta vez, por fin, ¿sabré mi nombre real?

Cuando llegue a la oficina de mi tía, me detuve en seco.

Había 1 joven varón y una pequeña niña sentados en la sección de espera a un lado de la oficina de mi tía. Me miraron de pies a cabeza con los ojos muy abiertos.

-Tal vez los asuste con mi repentina llegada- Pensé.

No quiero ilusionarme de nuevo, no quiero desilusionarme de nuevo.

-Montse... tranquilízate- Me dije a mi misma.

Respire hondo y abrí lentamente la puerta.

Primero vi a mi tía sentada hablando con alguien, dos personas estaban frente a ella prestándole atención a todas y cada una de las palabras que mi tía pronunciaba.

-Montse- Me llamo mi tía en cuanto me vio.

No le preste atención pues mi vista no salía del cabello de la mujer al frente mío, se me hace muy conocido.

Las dos personas me miraro con un gran brillo en los ojos.

-Tía- La llame.

-Montse, estas personas son...- No pudo terminar la frase pues la mujer ya había hablado.

-Soy tu madre – Soltó de una.

Mi mente en ese momento exploto, me quede en shock, no supe que hacer o que decir.

Pensé mucho en este momento y en todas las cosas que diría o haría pero, estaba completamente en blanco.

La mujer se puso de pie, era una mujer de cabellos naranjos con ojos color miel.

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