Capítulo 7: ES MI NUEVA VIDA

102 6 3
                                    

*3 años después*

Durante este tiempo aprendí un poco sobre negocios y administración como una secretaria.

He trabajado en el mismo lugar desde hace tres años, tengo apoyo económico de parte del gobierno pero aun así quiero hacer algo con mi vida. Pero no es completamente fácil mi vida ahora, no me gusta que los hombres se acerquen, me hable o tan siquiera que me miren.

El psicólogo dijo que era por el trauma de estar tantos años con el mismo hombre que me secuestro, dijo que era normal y con el tiempo eso cambiaría, pero han pasado 3 años y nada ha cambiado.

La agente Harris, si, la de hace 3 años, me ha ayudado con todo y nos hicimos amigas, hasta le llamo tía.

Vivo sola en un departamento que paga el gobierno, y trabajo en una firma de abogados como una tipo secretaria, digo tipo porque no lo soy, soy la persona encargada de hacer papeleo y ordenar todos los casos pendientes.

Siempre estoy en el mismo lugar en el trabajo, una pequeña y obscura oficina, es un poco fría pero acogedora.

Mi jefa, ha comprendido mi situación e hizo que a la hora de mi salida del trabajo, todos los empleados dejaran el pasillo solo por una hora para que yo saliera con tranquilidad.

Ninguna persona se me acercaba ni me hablaba, todos más bien me miraban como el bicho raro de la oficina, todos sabían de mi situación o de mi... "pasado perturbador" como lo suele llamar mi jefa.

Conocía absolutamente a todos en la oficina y ellos a mí, solo que nunca hablamos.

.

.

.

.

.

Escucho un ruido, son... pasos, vienen hacia mí, miro alrededor y veo aquella pequeña mesa que estaba en la celda, estaba sola, no estaba Bea conmigo, miro hacia en frente y... no....

-¡No otra vez! ¡NO QUIERO ESTAR AQUÍ!- grite internamente.

Vi a... Señor parado en frente de mí con una sonrisa diabólica.

-Por desobedecer, morirás a golpes- dijo aun con esa sonrisa diabólica en su rostro.

Estaba por darme el primer golpe cuando escucho algo caerse y me levante de inmediato de mi cama.

Respire hondo y me tranquilice, he tenido esas pesadillas por estos últimos años, aunque aún no me acostumbro a ellas.

Fui a ver que había sido ese ruido cuando veo un pequeño gato gris con el pelo esponjado y un poco mojado, al parecer estaba empezando a llover afuera, el gato no era más grande que mi licuadora ni más pequeño que una taza.

Lo mire con enojo pues había tirado mi taza de Astro que había comprado apenas hace nos días por internet.

-¿Quién eres tu gatito?- le dije cambiando ya mi mirada por una más cariñosa. -Debes tener hambre, ¿Quieres algo de comer?-

Parece que me entendió porque se acercó a mí y se restregó en mi pecho tiernamente.

–Deja voy al súper para darte algo de comer, no tengo nada para ti- Le dije arcariciandolo con una sonrisa en mi rostro.

Cambie mis shorts por un pans que encontré por ahí y me puse una enorme sudadera que era fácil, dos tallas más grandes.

Nunca me preocupe por cómo me veía, en realidad era mejor para mi si me vestía mal, así no llamaba la atención de los hombres.

SÁLVAMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora