Capítulo 13: 11:11

45 5 0
                                    

Iba llegar tarde, son la 9:27 pm y supongo que él ya se habrá ido.

El autobús iba demasiado lento, o al menos eso sentía yo.

Cuando finalmente llegue a la parada correcta, me dirigí al parque donde dijo que lo viera y estaba solo... no había ni una sola alma en aquel lugar.

-Sabía que ya no estaría- dije por lo bajo pero alguien ya me había escuchado.

-No es cierto aquí estoy- dijo una voz de repente a mis espaldas lo que hizo que me sobresaltara y casi callera, pero alguien ya me había detenido.

Me puse de inmediato de pie para observar a aquella persona, y si, era la que yo buscaba. 

Tae, traía unos pantalones obscuros y un saco azul, que se veía muy elegante, y una sonrisa en su rostro que lo acompañaba a donde sea.

Me miro detenidamente.

-Sabía que ibas a venir- Me dijo con una sonrisa. –Por eso espere, sabía que lo dudarías mucho pero que al final vendrías-

Sus palabras hicieron que me sonrojara un poco, que lo disimule un poco escondiendo mi rostro en mi bufanda.

-Vamos- me dijo estirándome la mano para que la tomara.

Lo dude un poco, no sabía qué hacer, no quiero que me dé un ataque de pánico y arruinar todo. El miraba detenidamente cada uno de mis movimientos.

-Si no quieres, está bien- me dijo con un tono de voz tranquilo.

-Y-yo...-

-Tranquila, ¿recuerdas que te dije que respetaría tu espacio personal? En este caso también lo hare- Me dijo tratando de tranquilizarme y funciono pues ya estaba más tranquila.

Tuvimos que caminar por una calle un poco transitada y tenía que pasar cerca de muchas personas incluyendo hombres, pero Tae siempre estaba ahí cuidándome de no hacer ningún contacto físico con ellos, lo que a veces lo llevaba a empujar o meterse entre las personas lo que ocasionaba algunos "fíjate por donde vas" y tener siempre de respuesta "discúlpeme". 

Se lo agradecería más tarde.

.

.

.

.

10:19 pm.

Cuando finalmente llegamos al lugar donde Tae quería llegar, me abrió la puerta para que pasara primero.

Era un edificio alto como de 6 o 7 pisos tal vez.

Subimos por unas escaleras, al parecer me estaba llevando a la azotea. ¿Con este frio me llevara a la azotea?

Cuando llegamos, de nuevo me abrió la puerta y me hizo una seña de que pasara.

Creo que lo juzgue antes de tiempo.

Había un tipo cuarto de cristal en la azotea con una mesa para dos elegantemente adornada.

Estaba contemplando la linda escena cuando escuche una canción, ¿una canción?

"Remember the way you made me feel

Such young love but

Something in me knew that it was real

Frozen in my head

Pictures I'm living through for now

Trying to remember all the good times

Our life was cutting through so loud

Memories are playing in my dull mind

I hate this part paper hearts

And I'll hold a piece of yours

Don't think I would just forget about it"

-Tu teléfono está sonando- me dijo Tae.

No me había dado cuenta de eso hasta que el me lo dijo.

Saque mi teléfono de mi bolso y vi "Tía Harris" en la pantalla.

Le hice una seña a Tae de que contestaría y solo asintió con una sonrisa.

-¿Qué pasa?- Conteste.

-¿Dónde estás? Vine a tu casa para llevarte con migo y no pasaras la navidad sola, pero la recepcionista dijo que saliste hace ya un rato-

-Yo... salí con alguien. Dije apenada.

-¿Es con aquel chico cierto?- No sé cómo adivino eso. –Tomare tu silencio como sí- Se burlaba. –Ten mucho cuidado ¿ok?-

-Sísí, sabes que si...-

La llamada no duro mucho, pensé que me haría más preguntas acerca del tema pero... nada paso.

Regrese al lugar de antes y Tae ya se encontraba admirando la vista.

Me pare a su lado y observe lo que el miraba. 

Gracias a la gran altura del edificio, se podía apreciar la ciudad, se veía... magnifico.

-Espera a las 12 pm, te gustara más- Me dijo sin voltearme a ver. –Vamos...- Me dijo haciéndome una seña de que lo siguiera.

Nos adentramos a la pequeña habitación de cristal y así pude ver mejor lo que había en ella.

Una mesa muy elegante para dos personas donde había distintos platos y acompañamientos que, ni idea que eran.

.

.

.

.

.

11:08 pm

La cena que me brindo Tae fue muy agradable, fue un poco silenciosa pero para nada incomoda. Cominos y bebimos un poco -que obviamente, no nos sobrepasamos-, hablamos de diferentes cosas donde de vez en cuando se me salían sonrisas fugaces.

-Mira, ya casi son las 11:11- dijo mostrándome su reloj que traía en la muñeca.

-¿Y?- Pregunte sin saber a qué se refería.

-Pide un deseo- Me sonrió.

-¿Por qué pediría un deseo porque si?- Lo mire confundida.

-¿No conoces el deseo de 11:11?-

-No...-Desvié la mirada.

-Siempre se pide un deseo a esa hora, no sé cómo puedes no saberlo, todos lo saben- Me dijo burlonamente.

-Nadie me lo dijo...- Le dije en un tono triste.

-¿Por qué?-

-Nunca aprendí las "tradiciones"- Dije haciendo comillas con mis dedos. –Viví encerr...- La frase fue interrumpida.

-No lo digas... se a lo que te refieres, y no necesitas decírmelo- Me regalo una sonrisa que por extraño que suene, hizo que la tristeza se fuera de un momento a otro.

Asentí con la cabeza.

-Pide tu primer deseo de 11:11-

Volví a asentir, esta vez con una ligera sonrisa.

-¡Listo! Hazlo... funciona más si cierras lo ojos- Dijo mirando su reloj.

Lo mire desconfiadamente lo cual él se dio cuenta.

-Confía en mi ¿Sí?-

Hice lo que me dijo con anterioridad y...

-Deseo...-

-¡Espera!- Abrí los ojos de golpe. –No lo digas en voz alta, solo dilo en tu mente- Asentí lentamente.

-Deseo...- Lo pensé un momento. –Conocer mi verdadero nombre... y tambien a mis padres- Dije en mi mente.

Abrí los ojos lentamente y voltee a ver a Tae, también estaba pidiendo un deseo pues tenía los ojos cerrados.

SÁLVAMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora