365 días con DIOS © [Continuación]

Diciembre 25

Dios es amoroso y desea lo mejor para su vida. Sin embargo, para que Él esté presente en nosotros, es necesario obedecer Sus orientaciones.

Vea, a continuación, los 5 pasos que le ayudarán a tener una relación seria con el Altísimo:

1) Aceptar al Señor Jesús como Único Salvador

Parece ser una tarea simple, pero no lo es. Aceptar al Señor Jesús como Salvador implica creer, confiar y seguir Sus enseñanzas. Eso significa abandonar lo que no conviene, según la Biblia. Es negarse a sí mismo para someterse a la autoridad de Dios.

2) Recibir el bautismo en las aguas

El Señor Jesús dice que quien cree y fuere bautizado será salvo (Marcos 16:16). El bautismo en las aguas representa el entierro de la “vieja criatura” para el nacimiento de una vida nueva totalmente fundamentada en el Señor Jesús.

3) Liberarse de los espíritus malignos

Muchas personas no creen, pero los demonios existen y, como el propio Señor Jesús afirmó, el objetivo de ellos es “matar, robar y destruir” (Juan 10:10). Ellos nunca desisten de una persona, por eso necesitamos permanecer siempre en el territorio de Dios. Y, para eso, es necesario que participemos en las reuniones que se llevan a cabo diariamente, porque, de ese modo, nuestra fe permanece activa.

4) El bautismo con el Espíritu Santo

Nosotros somos el templo del Espíritu Santo, cuando buscamos Su presencia (1 Corintios 6:19). Después de la entrega, la liberación, la persona debe desear, sobre todo, ser bautizada con el Espíritu Santo.

5) Separarse para Dios

Este mundo está lleno de pecados y es influenciado por los espíritus malignos. Por eso, necesitamos separarnos para el Señor. Debemos tener una buena conducta a todo costo. Para eso, nos colocamos a disposición de la lectura bíblica diaria, de las oraciones, de la resistencia contra las tentaciones y mantenernos conectados con los contenidos relacionados a la fe verdadera.

Desafío:

Practique estos pasos y entregue su vida a Dios antes de que termine el año sí aún no lo ha hecho. Analice con humildad su vida y luche por su salvación.

Mismo ya habiendo practicado todo lo mencionado, no es lucha de un día ni de un tiempo, ésta lucha es TODOS los días, ese es él sacrificio que muestra su verdadero amor hacía Dios.

Valorice su salvación sobre todas la cosas, la salvación es Jesús.

En la fe.