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Llegamos a mi casa y Martín no quiso quedarse, dijo algo así como "si me quedo, tu hermano va a matarme." Así que sólo me saludó y se fue. Ahora estaba sola para aguantar lo que dijera Pedro...

Saqué la llave de mi mochila y abrí. Estaban todos hablando pero sus miradas se fijaron en mí al instante, generando así un silencio total e incómodo.

-Llegaste... -Dijo Pedro frío y serio.

-Sí. Chicas, ¿subimos? -Dije intentando evitar su charla.

-Oriana, creo que vas a tener que hablar con Pedro. Después, si querés, subimos. -Dijo Micaela.

-¿Y Martín? -Pedro seguía serio y eso me asustaba.

-Se fue, no quería que lo mataras. -Pedro suspiró y corrió la mirada.

-No iba a decirle nada, Oriana. Pero sí me molestó tu actitud. -¿Qué?

-¿Se puede saber cuál actitud? -Dije enojada. No puede controlarme, ya no tengo siete años.

-Irte así, como si nada. No sabía dónde estabas, o si estabas bien. Vos odias a Martín, era difícil predecir lo que podía pasar. Te juro que pensé que íbamos a llegar a casa y vos ibas a estar en tu cama, pero cundo llegue y noté que no había nadie, empecé a desesperarme. Las chicas intentaron llamarte pero daba el contestador al instante. Con los chicos fuimos a donde suele estar Martín y ellas buscaron en tus lugares favoritos. Y nada. Decidimos esperar a que llegaras, pero estábamos preocupados... -Dijo Pedro mirándome aún más enojado que yo. ¿Por qué debería preocuparse? ¿No se supone que debe tenerle confianza a su mejor amigo?

-Pedro, ¿no confias en Martín?

-Oriana, no. No confío en que pueda cuidar a mi hermana de todo. Martín es totalmente lanzado al peligro y le encanta, no lo conocés como yo lo conozco. Te puedo jurar que se me cruzaron mil ideas por la cabeza, y ninguna era buena. -Dijo y su mirada cambió. Parecía estar triste o asustado. Quizás me queda mucho por conocer del que hace llamar su mejor amigo...

-No pasó nada igual. Martín fue muy bueno conmigo. -Dije y Pedro cambió la cara, al igual que Rodrigo y Matías. Parecían... ¿sorprendidos?

-¿Qué hicieron exactamente? -Preguntó Pedro.

-Eso no te importa. -Dije y le hice señas a las chicas para que subiéramos, no quería escuchar más su reproche, no me interesaba.

Una vez arriba, cerré la puerta con llave para poder interrogar a mis amigas sin problemas.

-¡Ustedes no me llamaron en ningún momento!

-No queríamos molestarte. Sabíamos que estarías bien. -Dijo Angie y las tres se miraron riendo.

-¿Qué es lo divertido? -Me podría haber pasado cualquier cosa y estas imbéciles ni siquiera se hubieran enterado.

-Ori, cuando te fuiste, le mandé un mensaje a Martín para que apague su celular. Así Pedro no podría comunicarse. -Dijo Micaela.

-Sí, y le dijimos que te cuide porque haríamos lo imposible para que ellos no los encuentren. -Agregó Sofía. Estas chicas se armaron la película...

-¿Por qué hicieron eso?

-Queríamos que hablaras con Martín tranquila, al menos una vez. -Dijo Angie haciendo cara de perrito mojado.

-Bueno, ahora contanos todo Oriana. Queremos un resumen de lo mejor por favor. -Dijo Micaela sentándose en mi cama y las otras dos la siguieron.

-Bueeeno... Le pedí que fuéramos a la plaza que estaba cerca del campo. Ahí nos sentamos y hablamos un rato para luego empezar a caminar juntos. Lo más lindo que hizo fue pasar su brazo por mis hombros y abrazarme. No saben la seguridad y tranquilidad que me transmitió. Después dijo que viniéramos porque Pedro se iba a preocupar. -Ellas estaban sonriendo. Al parecer, este era su objetivo.

-¡TE ABRAZÓ Y VOS NO LO ALEJASTE! -Dijo Sofía y las tres gritaron de felicidad. Me quiero tirar por la ventana...

-Sí, ¿y?

-Te gusta, Oriana. Aceptalo. -Angie no va a rendirse.

-Solamente dejé que me abrazara... Aún me sigue cayendo mal, y con lo que me contó Pedro, estoy replanteándome de nuevo lo de darle una oportunidad para que seamos amigos. -Ellas se sorprendieron.

-¿Le ibas a dar una oportunidad para conocerlo? -Micaela no dejaba de sonreír. Ella parecía estar más feliz que todas.

-Me pareció un buen chico pero por lo que dijo Pedro, es extremadamente irresponsable. Además, seguimos siendo competencia, y no voy a dejar que un cariño de amigos me baje la competitividad.

Las chicas no podían creer lo que había dicho. Sofía decía que estaba mal, Micaela que tenía una versión muy errónea de la competitividad y Angie no estaba de acuerdo que prefiriera tenerlo en contra por una "simple materia" antes de tenerlo de amigo. Ellas sólo piensan en eso, no entienden que su amistad me importa tan poco como a él le importa ponerse en peligro.

Continuamos hablando hasta que se hizo tarde. Decidimos ver una película y comer en mi habitación, era más divertido que escuchar como los tres idiotas de abajo hablaban de como estuvo su fin de semana. Digamos que creen que estar con muchas chicas es lo más divertido que hay... Ilusos e imbéciles en su máximo esplendor.

Los chicos habían pedido pizza y nosotras nos llevamos dos cajas para arriba. Pusimos nuestras películas favoritas: "The Hunger Games" o, en español, "Los Juegos del Hambre". Amabamos esa serie de películas.

Al terminarlas, hablamos de todo un poco. Yo les conté lo que charlamos con Martín, con más detalle esta vez. Ellas sólo se limitaron a sonreír. Sofía nos contó lo mucho que le gustaba Matías y cada vez que terminaba una frase, le pedía perdón a su hermana... Digamos que tener a una hermana que se enamoró de tu ex novio y no deja de hablar de él no es lo que Micaela más amaba. Angie dijo que le atraía un poco Pedro y yo comencé a llamarla cuñada. Y Micaela nos confesó que empezó a mirar a alguien, pero no dijo quien. Esa maldita no va a durar mucho tiempo sin abrir la boca.

Al tiempo terminamos por ceder al cansancio y nos dormimos. Mañana sería un día muy pesado... Sólo de pensarlo se me van las ganas de ir...

ᴅɪsᴘᴀʀᴏ ᴀʟ ᴄᴏʀᴀzᴏɴ || ᴏʀɪᴍᴇɴᴛᴇ🌘 [terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora