• s e v e n t e e n •

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Les conté de a poco y con todos los detalles que mi mente aún guardaba y ellas no dejaban de decirme que cada vez que hablaba de él o lo nombraba, mis ojos se iluminaban y sonreía como nunca lo habían visto antes.

Micaela dijo una frase que me hizo darme cuenta que estaba equivocada en tantos aspectos al odiarlo: "Al final, tu enemigo es el único que siempre estuvo ahí para hacerte sentir algo. Ya sea bueno o malo, nunca te perdió."

Angie estaba más feliz que todas. Me acompaña desde hace mucho y ella es la única que no conocí con las prácticas. Angie es mi amiga desde que éramos aún unas nenitas de primaria.

Cuando terminé de contarles todo, se me tiraron encima entre risas y felicidad de que por fin me había enamorado de alguien. Pero de repente, Sofía se separó y señaló un papel tirado en la puerta...

-Ori, ¿qué es eso? -Dije y yo levanté los hombros.

Caminé hasta el lugar y parecía una notita que llevaba mi nombre. La abrí junto a ellas y... Era de Martín.

Las chicas festejaron en un volumen bajo ya que seguramente Matías y Pedro, estarían dormidos

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Las chicas festejaron en un volumen bajo ya que seguramente Matías y Pedro, estarían dormidos.

Abrí la puerta para ver si él estaba ahí pero no vi a nadie. Supuse que vino para darme esto y habrá vuelto antes de que se dieran cuenta.

-Oriana, está totalmente perdido por vos. Valoralo. -Dijo Angie y se metió en la cama. Aparentemente ya tenía sueño.

-Eu, ¿y si vemos una peli? Hasta que nos de sueño. -Dijo Sofi y todas aceptamos.

-¿Qué peli? -Pregunté y ellas no respondieron nada.

-Que se yo boluda, buscá y vemos.

-Gracias, Micaela. Sos de gran ayuda ¿sabes? -Dije y puse netflix.

Decidimos ver "Radio Rebel." Amábamos esa película.

Al rato, todas caímos rendidas al sueño.

~*~

Llegamos a la secundaria y lo primero que escuché fue la voz de la directora gritando mi nombre... Mierda.

Directora: Señorita Kane, a mi oficina. ¡Ahora! -Vieja loca.

-Suerte. -Me dijo Angie y al oído y yo le agradecí.

Caminé junto a la directora hasta su despacho y me hizo sentarme en la silla que estaba en frente de la suya.

Directora: ¿Qué fue lo que pasó ayer, Kane?

-Nada que a usted le importe o pueda solucionar. -Dije rodando los ojos.

Directora: Es mi institución, obviamente me interesa y si no me decís que pasa, tampoco puedo intentar solucionarlo. El problema de ayer generó un gran disturbio entre los alumnos, los profesores y los padres, ¿sabe cómo estaban los padres del señor Sellanes? Vinieron a quejarse ni bien lo vieron. Yo estaba por irme y ellos empezaron a preguntar por qué una persona como usted estaba en esta escuela y podía hacer este tipo de cosas y salir impune.

-No esperaba utilizar la violencia... -Dije entre dientes.

Directora: Dígame qué pasó para que reaccionara de esta forma. -Sé que le va a parecer una idiotez.

-Me gritó bombona y me tiene harta. Todos los días me dice algo diferente y no entiende que a mí no me gusta. Me pone incómoda. Después siguió diciéndome que no habría ningún otro chico que me mirara como él me mira a mí o me lo hiciera como él sería capaz. Habían más cosas, pero esas fueron las que más me molestaron. -Dije y ella respiró profundo antes de hablar.

Directora: ¿Y por qué no vino a decírmelo antes? Podríamos haberlo solucionado hace mucho, señorita Kane.

-Pensé que no iba a importarle o que le parecería una idiotez. -Dije seria.

Directora: Si no me equivoco, Mathias es de tu clase. Me voy a encargar de cambiarlo ahora mismo de división, lo verás menos. Perdón por no poder hacer mucho más que eso. -Dijo y me permitió retirarme. Al menos no me habían castigado y salí ganando yo.

Fui corriendo a mi salón y Angie me hizo señas para que me sentara con ella. Mathias no estaba, seguramente no vino.

-Boluda, ¿qué te dijo la directora? -Me preguntó Angie en voz baja.

-En síntesis, Mathias va a ir a otra división y yo estoy libre de cargos. -Dije soltando una leve risa y chocando los cinco con ella, intentando hacer el menor ruido posible.

Las clases transcurrieron con normalidad, como siempre.

Llegó la hora de irnos, hoy sí que no faltaría a las prácticas. Teníamos disparo.

A medida que caminábamos por el pasillo con Angie, algunos me franaban para decirme que lo que había hecho ayer había sido increíble, o que les enseñara a hacer ese tipo de cosas, y así mil respuestas diferentes.

A la salida estaban Mica y Sofi junto con Martín, Pedro y Matías. Rod aún no aparecía, mejor para todos.

-Chicos, ¿y si caminamos? -Dijo Matías.- Quiero andar un rato con Sofía. Las motos las podemos llevar caminando.

Yo miré a Martín y él me sonrió. Obvio que él diría que sí.

-Yo voy sin problemas, te hago el aguante amigo. -Dijo Martín. Sólo faltaba mi hermano.

-Está bien, voy. -Genial.

-Vayamos directamente al campo, la verdad que me da paja caminar. -Dijo Angie y todos estuvimos de acuerdo.

En el camino Martín pasó su brazo por mi hombro, apoyándose. Caminábamos los siete a la par e íbamos charlando, contando chistes y pasándola bien juntos. No se en qué momento dejé de pelear con el jefe de su grupo, tampoco sé en qué momento me empecé a llevar bien con esos chicos con los que jamás quería compartir segundos. Todo había cambiado tan rápido que ni siquiera tuve el tiempo de pensar en la competitividad que antes manejaba. ¿Qué pasaría con el querer superarme cada día más? Antes tenía un objetivo, llegar a ser el mejor grupo. Pero ahora no lo intento siquiera, es como si me hubiese olvidado de todo lo que antes era.

Llegamos al campo. Habíamos caminado una banda y a un paso lento. Aún faltaba tiempo para que las prácticas empezaran.

Los chicos se fueron para un costado y nosotras para otro. Cada uno estaba a subola hasta que me llega un mensaje de Martín...

Chat

Martín: Andá a los baños. Cuando estés allá avisame que voy.

Bueno, dame un segundo.

Cerré el chat.

-Chicas, ¿me aguantan que voy al baño? Si la profe pregunta, avisenme. -Ellas asintieron y yo empecé a correr. El baño del campo estaba un poco alejado.

Mientras corría, miraba para todos lados. Quería confirmar que no había nadie cerca.

Llegué y le mandé un mensaje a Martín.

Chat

Ya estoy, cuando quieras, vení.

Martín: Estoy yendo.

Cerré el chat.

No sé que quería, pero estoy dispuesta a hacer lo que sea por averiguarlo.

ᴅɪsᴘᴀʀᴏ ᴀʟ ᴄᴏʀᴀzᴏɴ || ᴏʀɪᴍᴇɴᴛᴇ🌘 [terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora