• t w e n t y o n e •

362 18 10
                                    

-¿En serio es necesario que te responda? Deberías saber mi respuesta. -Dijo casi pegada a mis labios.

-Me gustaría que me lo demostraras... -Dije y me besó lo más fuerte que pudo. Con todas las ganas que ella había reprimido por tantas horas, y yo se lo seguí con la misma euforia.
La alcé en mis brazos y ella rodeó mi cintura con sus piernas.

Subí sin despegarme de sus labios la escalera hasta mi habitación.

Empecé dándole besos en el cuello mientras mis manos recorrían su cuerpo aún vestido. Pasándolas bajo su camiseta y tomando sus senos con una leve fuerza, ella sólo jadeaba pidiendo más. No sé quién esperaba más esto, lo que sé es que voy a hacer que ambos lo disfrutemos al máximo.

Esto se estaba transformando en una constante lucha para ver quién tomaba el control sobre el otro, como si fuéramos dos animales peleando. Nos encantaba tener este carácter.

Saco su remera y la elimino del panorama. Ella sentada sobre mí hace lo mismo conmigo. Los besos se tornaban más y más fuertes, ya no sabía que era real y qué no, pero mierda que me encantaba esto.

Ella empieza a bajar su pantalón suavemente y sentí un escalofrío recorrer por mi cuerpo desde los tobillos hasta mi cuello. Sentía como el calor aumentaba y no iba a permitir que bajase.

En ese momento pude distinguir la velocidad con la cual mi corazón latía, bombeando sangre a más no poder. No conocía a esta Oriana, pero se notaba que era imposible encontrar otra igual.

Tomó mi rostro entre sus manos y comenzamos a darnos suaves besos, tranquilizando un poco las cosas. En un momento tan... Mierda no hay descripción para lo que sentía ahora. ¿Romántico? ¿Deseable? ¿Seductor? No lo sé, pero parecía una explosión que sólo nosotros éramos capaces de provocar. Juntos.

Su mano bajó hasta mi muslo y, lentamente mientras sus besos cesaban, va hasta mi entrepierna, notando mi erección.

Eso le gustaba...

Mi cerebro enviaba señales que yo ya no podía controlar. Pensamientos e ideas sobre Oriana que no le hubiese permitido a ningún otro chico siquiera tenerlo en la mente. Lejos de lo que uno puede imaginar, esto sólo ocurría, a cada segundo que ella estaba conmigo en este momento. Me di cuenta que mi miembro necesitaba sólo un toque, sólo uno y todo se iría a la mierda.

-Martín...

-Oriana...

Mis ideas sólo se limitan a una persona: Oriana Kane.

Ella comienza a hipnotizarme, siento que todo se va, cualquier cosa que no sea ella se va.

En ese momento me levanté tomando su mano para que ella hiciera lo mismo. Con una de mis manos tomé su barbilla y la besé mientras la otra iba por su cintura hacia sus caderas.

-Déjame controlar esta vez...

Dijo poniendo mis manos en sus hombros y yo la bajé haciendo que se arrodillara delante de mí, ella sabe que hacer. Baja mis jeans hasta quitármelos por completo con mi ayuda y luego baja mi ropa interior para tomar con decisión mi miembro.

Lo empieza a mover a los lados y luego da suaves besos en la cabeza.
Con sus manos empieza a cambiar todo, subiendo y bajando haciendo que la excitación aumentase.

-Se nota que te gusta, ¿verdad? -Dijo ella. Su voz era diferente, parecía no aguantar más, como yo...

-S-sí... -No pude responderle nada más.

En cuestión de segundos va metiendo mi pene en su boca, el placer empieza a surgir, puse mis manos en su cabeza y la obligué a meter más mi miembro en su boca, ella no muestra dolor, muestra lujuria, busca más de mí.

ᴅɪsᴘᴀʀᴏ ᴀʟ ᴄᴏʀᴀzᴏɴ || ᴏʀɪᴍᴇɴᴛᴇ🌘 [terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora