Capítulo 8

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Layla

No tengo una idea de cuanto tiempo he pasado en el baño, ni me interesa. Desearia poder cambiar toda mi vida, hacerla muy diferente a esta pero no es posible.

Adrian ya le habra dicho a su padre sobre el mio y es muy probable que el daño ya este hecho.

El no sabe de lo que esta hablando, no sabe el dolor y la angustia que yo estoy sintiendo y es por eso que habla sin pensar. Asi que todo lo que siento no lo conoce y me enoja, porque actua y promete como si nada pasara, como si con solo decirlo todo estaria bien.

-Layla es hora de comer.- hablan del otro lado de la puerta, es la mamá de Adrian.

-En seguida voy.

Me visto rápidamente y salgo encontrandomela de frente.

-¿Esta todo bien?

-La verdad es que no.

-Ay pequeña.

Abre sus brazos y me hundo en ellos a llorar aun mas.

-Llora todo lo que necesites mi niña.

Eso hago, aunque pense que no podia derramar mas lágrimas en un dia, ellas salen por si solas.

-¿Mejor?- pregunta al tranquilizarme un poco.

-Si señora.

-Mira, se que estas pasando por muchas cosas y no tengo ni una idea de todo el dolor que estas soportando, pero piensa que todo lo malo que ahora pasas se convertira en cosas buenas.

-Gracias.

Toma mi rostro y deposita dos besos en mi frente y mi cabeza.

-Ahora limpia esas lágrimas y baja a comer.

Sonrie un poco y le correspondo la sonrisa, algo inevitable con la dulzura de mujer que es.

Minutos después estoy sentandome al lado de Adrian, me doy cuenta que si pase bastante tiempo en el baño puesto que su padre ya esta en la casa.

La comida pasa tranquilamente, no intento hablar con Adrian y el tampoco tiene las intenciones de arreglar algo.

-¿Pasa algo entre ustedes?- dice mirandome a mi y luego a Adrian.

-Nada.- contestamos ambos al mismo tiempo.

-Bien. He estado pensando que deberían dormir en cuartos separados.

-¿Por que?- pregunta rapidamente Adrian.

-No quiero ser abuela tan pronto.

Nos atragantamos con la comida y su mamá se rie un poco.

-Sabía que habia algo mas entre ustedes, por eso mismo lo digo ¿Tu que opinas cariño?- pregunta a su esposo.

Este me observa detenidamente antes de sonreir y responder de forma descarada.

-Estoy de acuerdo contigo.

-Terminando de cenar te muestro tu nueva habitación.

-Claro.

Adrian me mira enojado, pero la verdad después de la discusión de hace rato no tengo animos de estar a su lado.

Terminando de recoger todo y lavar platos, voy directo por mis cosas pero Adrian me encierra con el en la habitación.

-¿Por que?

-No quiero hablar ahorita.- digo mirandolo de frente.

-¿Es por lo de hace rato, cierto?

-Tal vez.

-Solo quiero ayudar.

-Que me pidas que me tranquilice y me repitas que todo estara bien, no ayuda.

-Disculpa.

-Dejame ir, por favor.

-Me has dejado antes sin avisar.- dice alejandose de la puerta.- Adelante.

Tomo lo poco que tengo y salgo, mi nuevo cuarto esta separado del de Adrian solo por la oficina de su padre.

Tiro todo al suelo y me voy a recostar a la cama perfectamente tendida. Me quedo ahi, quieta. No salgo ni para cenar, solo me cambio y dejo entrar a Luna para dormir de una vez.

Segunda oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora