Capítulo 4

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Layla

Me despierto sola en la habitación, la luz entra por la enorme ventana que tiene y por esto se que aun es temprano.

Coloco los pies fuera de la cama y en la mesita encuentro mi celular con un pequeño papel encima de el.

"Salí con tu suegra, espero no tardar.
Te quiero."

No puedo evitar sonreir ante esto, la mantengo aun después de bañarme, arreglarme y bajar a cocinar algo.

Luna sigue mis pasos y se mantiene pegada a ellos mientras preparo algo, al terminar pongo un lugar en la mesa y me siento. La cachorra no se despega de mi, al terminar busco su comida, la sirvo y no duda en devorarla.

Observo a la cachorra comer y siento que alguien me esta mirando, un escalofrío recorre mi cuerpo, provocando que tenga miedo de voltear.

Escucho pasos acercarse y mi cuerpo entero comienza a temblar.

-Buenos dias, Layla.- dice el padre de Adrián.

Suelto el aire que no sabia que contenia, mientras me levanto y veo que permanece demasiado cerca de mi. Es muy incomodo.

-Buenos dias, señor.

Paso a su lado, para ir a lavar mis trastes.

-¿Quiere que le prepare algo?- intento ser amable.

-No, gracias.- contesta caminando hacia mi.

Continúo lavando, pero me provoca aun mas incomodidad cuando se acerca de nuevo.

-Adrian me conto lo de las extorsiones de tu padre.

-Si, ¿Sirven de algo?

-Por su puesto, dejame verlas.

Confio en el porque es policía y tiene un puesto demasiado alto y varios contactos en otros lugares, asi que casi corro a la mesa para recoger mi celular, cuando regreso el permanece en el mismo lugar y algo en su mirada hace que se me erice la piel.

-Aqui estan.

Le muestro la conversación desde el inicio, donde me manda fotos de mi familia y Adrian.

-Guardalas.- dice posando una mano en mi cintura y respirando cerca de mi cuello.

Intento reprimir el sentimiento de huida, pero lo siento presente en mi pecho.

-¿Sabes que eres muy hermosa? Ya se porque mi hijo tiene los ojos en ti.

-Gracias.- contesto agachando la cabeza y apretando mi puños.

-Aun no se sabe nada de tu prima y sobrino, pero algunos favores podrían acelerar todo.- dice apretando la mano que mantiene en mi cintura.

Se cuales son sus intenciones, no aceptaria algo asi. El dinero que pidio mi padre y los "favores" que me pide este señor son muy diferentes, asi que me suelto de su agarre y doy unos cuantos pasos para atras.

-Ya vi cual es tu respuesta.

-No puedo aceptar algo asi.

-Entiendo.- intenta acercarse de nuevo, pero guardo mi celular, tomo a mi Luna y salgo casi corriendo de esa casa.

-Piensalo.- grita cuando salgo.

Escucho su risa cuando termino de salir la casa, huyendo.

Corro con mi perrita en brazos, no la dejaria con el ni loca. Agradezco que me puse algo comodo y corro hasta mi lugar.

Adrian

Tarde mas de lo planeado con mi mamá. Asi que cuando llego lo primero que hago es buscar a Layla pero no la encuentro por ningún lado, al igual que Luna.

Aun hay ropa de ella en la casa, entonces dudo que me haya dejado de nuevo. Pero ¿donde se habra metido sino?

-¿Papá, has visto a Layla?- pregunto porque es el unico que estuvo todo el dia aqui.

-Si, salio hace varias horas con su perra.

-¿Dijo a donde?

-No.

Busco mi celular para llamarla y por suerte contesta a la primera.

-¿Donde estas?- pregunto enseguida.

-En mi lugar.

-¿Tu lugar?

-Disculpa, nuestro lugar. Le cambie el nombre porque tu nunca vienes.

-Perdon. Voy para alla.

No le doy tiempo de contestar porque cuelgo y camino lo mas rapido posible para llegar.

Cuando falta poco, la veo correr de un lado a otro con Luna persiguendola. Me gusta la sonrisa que tiene y me dedico a observarla recargado de un árbol, hasta que Luna corre hacia a mi, revelando mi ubicación.

-¿Que haces ahi?

-Te observaba.-contesto y se sonroja.- ¿Que haces aqui?

-Queria que Luna saliera un poco, pero yo no queria que me observaran demasiado, asi que vine aqui.- responde después de pensarlo un poco.

-¿Segura?

-Si.

-Juguemos un rato entonces.

Y asi lo hacemos, corremos, saltamos con la cachorrita siguiendonos.

Cuando es muy tarde, decidimos regresar despues de pasar a cenar, pero Layla se nota mas callada de lo normal.

-¿Todo bien, bonita?

-Todo bien.

Llegamos y suelto a Luna para que corra en busca de agua, mientras Layla va directo a la habitación sin decir ni una sola palabra a mi mamá.

La veo doblar el pasillo, topandose de frente con mi papá, Layla retrocede unos pasos para después caminar aun mas rapido hasta el cuarto. Observo a mi padre con una sonrisa, que borra cuando nota mi mirada.

Algo anda mal.

Cuando entro a mi cuarto, veo a Layla encima de la cama abrazando sus piernas.

-Algo pasa y no lo niegues.

-No se de que hablas.- responde sin mirarme.

-Vi como actuaste frente a mi papá.

-Me pregunto si queria volver a la escuela y no estoy muy segura, pero dije que si.

-Sino quieres, nadie te puede obligar.

-Lo se.

-¿Volveras?

-Lo intentare, mañana ire a hablar con el director y vere que puedo hacer

-Suerte bonita.

-Gracias.

Va al baño a hacer sus necesidades, cambiarse y yo hago lo mismo. Ambos nos acostamos juntos, pero nos levantamos bruscamente cuando sentimos un bulto por nuestros pies, nos relajamos cuando vemos a Luna.

La dejamos ahi y nos proponemos descansar.

Segunda oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora