Layla
Mi piel se eriza y todos mis nervios se activan, aprieto y suelto los puños para intentar controlarlos.
Vuelvo a sentarme para disimular ante las pocas personas que hay.
-¿Que quieres?
-A ti.
-No tengo dinero.
-Eso es obvio, pero tu amigo si y se que pagara mucho dinero por recuperarte.- responde con una sonrisa cínica.
-Ya no somos amigos.
-Eso no quiere decir que no le importes. Hara lo que yo le pida solo por ti.
-Si eso quieres pensar...
-Esa es la verdad. Así que vendrás conmigo ¿Entendiste?- asiento.
Se levanta y yo lo sigo. Agradezco que Luna este jugando, así no vendrá tras mi y no recibirá ningún daño.
Caminamos hasta un coche, donde me obliga a subir y colocar seguro, para entrar después el. Hay puro silencio dentro del auto y sin aviso alguno, mi "papá" presiona un trapo sobre mi nariz y boca. Poco a poco la consciencia se va y que me quedo en la oscuridad.
Adrian
Caminamos a paso rápido hasta su casa. Ninguno de los dos saca platica y el silencio es muy raro.
-¿Entonces eres gay?
-Si.
-¿Por que estabas tras Layla si te gustan los hombres?
-En realidad... Estaba detrás de ti y mi primera opción era acercarme a ella para después acercarme a ti.
-¿Pensabas utilizarla?
-Al principio, luego los observe y me di cuenta que son perfectos uno para el otro. Ahora que Layla estuvo en mi casa, se que es una persona maravillosa y una mejor amiga inigualable. Tienes mucha suerte de tenerla.
-Gracias.
De nuevo silencio. Es cierto que tengo suerte de tenerla, es lo mejor del mundo.
Llegamos a su casa y entramos con tranquilidad, según lo que me contó Aron posiblemente este encerrada.
Su mamá nos saluda desde la cocina.-¿Layla sigue en su cuarto?- pregunta Aron.
-Salio hace rato con la Luna.
-¿Se llevo sus cosas?- pregunto enseguida.
-No, me dijo que volvería. Aunque lleva bastante tiempo fuera
-Saldremos a buscarla.
-Avísenme si la encuentran y les llamare si regresa.- comenta la madre de Aron.
-Por supuesto.
Salimos de nuevo, caminamos varias cuadras. Hasta llegamos a separarnos y nos reencontramos en otro lugar. Ninguno encontró nada.
De repente un ladrido suena, ambos volteamos y vemos a Luna correr hasta nosotros, pero solo esta ella.
Buscamos alrededor del parque y sigue sin aparecer. Un mal presentimiento se acumula en mi pecho y se que algo va mal con Layla.
Mi celular comienza a sonar y Aron insiste en que conteste, que podría ser Layla, pero yo lo dudo.
Un número desconocido se encuentra en la pantalla y tengo miedo de contestar. Aron al ver la duda en mis ojos, toma mi celular, acepta la llamada y la pone en altavoz.
-Buenas tardes. Espero que te encuentres bien Adrian, Layla no lo esta tanto.- comenta la voz que reconozco.
El rostro de Aron pierde color. Posiblemente nunca escucho su voz, pero con lo que le ha contado Layla y mi rostro, es mas que obvio que sabe quien es.
-¿Donde esta? ¿Que le hiciste?- ataco de preguntas.
-El daño dependerá de ti. ¿La quieres?
Si.- digo sin dudar.
-Pues tendrás que pagar por ella. Te llamare mas tarde, suerte.- dice la voz antes de colgar.
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Segunda oportunidad
Ficção Adolescente-Mi vida es un desastre. Yo soy un desastre.- suspire. -Eres un desastre con un corazón enorme. Segunda parte de Depresiva.