Capítulo 11

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Layla

Entro a la casa con desconfianza pues no la conozco ni un poco, pero permanece igual que la ultima y única vez que estuve aquí.

-¿Puedo ofrecerte algo?

-Un vaso de agua, por favor.

Aron camina a lo que supongo es su cocina, observo la sala mientras regresa, esta llena de fotografías de su familia, padres, hermana y de el.

-Toma.- me dice ofreciendo el vaso que le pedí.

-Gracias.

-¿En que puedo ayudarte?

-Necesitaba hablar con alguien y no tengo con quien.

-¿Adrian?- pregunta curioso.

-Estamos pasando un mal momento.- digo sentándome igual que el.

-¿Quieres contarme?

Comienzo contándole sobre mi familia, como mi papá nos trataba, lo que ocurrió aquella vez que escape de aquí. También del chantaje que recibí por parte de mi papá, como intente suicidarme, el secuestro de mi prima y terminando con lo del papá de Adrian. Simplemente le cuento todo.

-No quiero romper esa familia y salí de ahí.

-No tienes a donde ir, por eso viniste aquí.

-Si.

-Puedes quedarte, se lo comentare a mis padres y te aceptaran. Intenta tranquilizarte, buscaremos como arreglar esto.

-Mi vida es un desastre. Yo soy un desastre.- suspire.

-Eres un desastre con un corazón enorme.

Se acerca y me abraza, no me aparto porque justamente es lo que en estos momentos necesito.

-No se que haré, no tengo dinero para darle a mi papá, perdí a mi mejor amigo por miedo a arruinar su familia, no tengo idea de donde esta mi prima y mi sobrino. Yo tengo la culpa de todo.

-No eres culpable de nada. Ahora por favor deja de llorar, te ves muy fea así.- dice separándose.

-Tarado.- digo limpiando las lagrimas que no sabia que tenia.

-Lo siento tanto por aquella ocasión, no sabia lo que estaba haciendo, estaba muy borracho. Por favor perdóname.

-Te perdono.

-¿Quieres comer algo?¿Bañarte?

-Quisiera comer algo.

-Vamos. Si te vas a quedar, debes conocer la casa.

Me lleva a la cocina que esta junto al comedor, solo la separa una isla en el centro. Al terminar de cocinar y cenar, me muestra el resto de la enorme casa.

-Esta sera tu nueva habitación, es la mejor arreglada en estos momentos. Si necesitas algo, mi habitación es la de enfrente.

-Muchas gracias. No se como haré para pagarte.

-Con lo que me contaste se que siempre intentas pagar de alguna manera lo que te dan, pero todos lo hacemos por gusto no porque en algún momento nos lo tendrás que pagar. Así que disfruta lo que te dan, en su momento sera recompensado.

-Gracias nuevamente.

-No hay de que.

Me deja sola en el cuarto, esta perfectamente impecable. Sus paredes son blancas, hay varios estantes con libros en ellos y una cama perfectamente ordenada con sabanas grises.

Saco un cambio de ropa y salgo al baño que me había señalado. Dentro las paredes son igual de blancas que mi habitación, hay una regadera y una bañera por separado. Entro a la regadera para salir media hora después ya vestida.

Entro a mi nuevo cuarto y apesar de que aun es muy temprano, me acuesto en la cama y me preparo para dormir.

Mañana sera diferente.

Segunda oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora