Hiroshi, un chico normal con un sueño de tener su propio restaurante usando la habilidades culinarias que su familia le ha enseñado.
Un día mientras paseaba por un bosque cercano al humilde pueblo en donde vivía escucho un canto que lo llevaría al e...
Ese sueño que tuve me dejo muy pensativo e intrigado sin duda alguna, quería saber que era lo que estaba pasando, primero fue esa chica rubia con orejas de zorro y luego estos sueños con voces, pero lo dejaría para después ya que necesitaba empezar mi sueño, desayune y salí de casa lo mas pronto que pude para buscar un establecimiento vació en el que pueda abrir mi restaurante, yo ya contaba con suficientes fondos que he estado ahorrando toda mi vida para esto, solo faltaba el lugar y me encargaría de lo demás.
Mientras buscaba por la ciudad vi a Hiroyuki barriendo afuera de la pastelería, el me vio rápidamente cuando estaba pasando.
-Buenos días Hiro, ¿Que haces? -Me saludo Hiroyuki y yo me acerque a hablarle.
-Hola Hiroyuki, oye quiero preguntarte algo-Le dije dije para ver si sabia de algún lugar vació que pueda comprar para hacer un restaurante.
-Soy todo oídos-Dijo de forma amigable y dejando de barrer.
- ¿Sabes de algún lugar o establecimiento que este disponible para comprar? -Le pregunte y el se llevo la mano a la barbilla.
-No, pero podríamos preguntar, debe haber algún lugar no muy lejos-Me dijo después de pensarlo un poco, era una buena idea ya que de todos modos necesitaría saber los detalles del establecimiento.
-Buena idea, así tal vez encuentre algún lugar-Dije sonriendo y lleno de esperanzas.
- ¿Y para que tanto interés en algún establecimiento disponible? -Me pregunto Hiroyuki viéndome curioso.
-Sucede que estoy planeando abrir un restaurante en esta ciudad y quiero ver algún establecimiento en donde pueda hacerlo-Dije a Hiroyuki para que conociera mi sueño.
-Vaya... espero no trates de quitarnos a los clientes-Dijo bromeando mientras me sonreía.
-Claro que no, es mi sueño desde que tengo memoria-Le dije aclarando las cosas un poco.
-Era una broma, déjame ayudarte-Me dijo dejando la escoba en una pared por fuera de la pastelería.
-Pero ¿Y tu trabajo en la pastelería? -Le pregunte viéndolo mientras dejaba la escoba.
-Ya es mi descanso, te ayudare lo que pueda-Dijo ofreciéndose a ayudarme, después de decirle a su padre que tomaría un descanso y me ayudaría nos encaminamos a la oficina en donde podían vender algunos establecimientos, una vez allí preguntamos por un par de lugares vacíos que nos permitieran comprar y uno de los empleados quiso mostrárnoslos en persona. Así nos fuimos los tres viendo unos cuantos lugares, no me interesaban en mi opinión ya que eran demasiado chicos hasta que llegamos a uno que atrajo mi atención.
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- ¿Que tal este? Estuvo abandonado un tiempo pero sigue en buenas condiciones-Dijo el hombre enseñándonos un establecimiento abandonado.
- ¿Podemos entrar a ver? -Le pregunte al verlo ya que me intereso como se veía, tenia un buen tamaño y algo de potencial ademas de que estaba no muy lejos de ese parque que visitaba.
