Capítulo 3

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SAKURA

Mi hermano se había quedado viendo la puerta que ahora mismo se encontraba cerrada, pero por la que minutos antes habían salido Tomoyo y Yukito. No me imaginaba que mi amiga fuera capaz de hacer algo así, llevaban saliendo ya poco más de un año, en un principio los dos compartían solo algo en común, mi hermano. Yukito como su mejor amigo y Tomoyo como su ex novia. Pero como dicen, el roce hace el cariño.

Cuando todo salió a la luz hace mucho tiempo atrás, todo se arruino y no hubo más remedio que adaptarnos, dicen que el ser humano es altamente adaptativo, yo tuve que comprobarlo en mis propias carnes. Pero eso es harina de otro costal, quien me importa ahora es mi hermano, han pasado muchos meses desde la última vez que lo vi. Mientras las revistas se llenan de titulares con mi nombre, inventándome una nueva conquista por semana, con mi hermano las cosas son totalmente diferentes, su vida amorosa es lo que más le interesa a los paparazzi, porque su vida social de por sí ya es emocionante o al menos es lo que él quiere hacer creer a los demás. Esto es solo un juego de roles, no podemos ser libres, no aún, y lamentablemente ya hemos tenido que sacrificar mucho para conseguir la poca libertad que tenemos.

Aunque me duela ver a mi hermano así, no puedo hacer nada por ayudarlo en esta situación, no pienso intervenir en ningún asunto de esos tres, aunque estoy al pendiente de todo por parte de Tomoyo y Yukito, no pienso mover ninguna pieza de este juego de ajedrez, a menos que sea estrictamente necesario. Pero el hecho de que no me inmiscuya en sus asuntos amorosos, no quiere decir que deje de lado sus otros asuntos más personales. Así que es momento de hacer esto, remover los escombros.

—Aunque te quedes viendo esa puerta durante una hora, no te dirá nada de lo que quieres saber.

Mis palabras han sido como un golpe inesperado, pero ahora mismo necesito que mi hermano lo saque todo, no puede seguir siendo como un autómata.

—¿Tú lo sabías?

—Esa pregunta es innecesaria, al igual de estupida.

—Respóndeme...

Mi hermano agarra su maletín con más fuerza, sus nudillos comienzan a parecer completamente blancos por la fuerza.

Lo siento, hermano— digo en mi mente—, pero necesito hacer esto.

—Dime algo— exige.

—Yo los reuní.

—Sa... ¿sabias que eso podría llegar a pasar?

—No, en un principio decidí encontrar a Yukito porque necesitaba a alguien que me pudiera ayudar con los temas legales, encontrarlo no fue difícil. Y lo de Tomoyo, ya lo sabes. Ella solo quería permanecer lejos de aquí por tiempo indefinido. En un principio solo hablaban de ti, de lo que había pasado. No sé en qué momento comenzaron a acercarse más, pero veía a Tomoyo feliz y con eso ya no me importaba lo demás...

—Yo... yo...

—No puedes vivir cargando eso sobre tu espalda. No fue tu culpa, jamás lo fue.

—No entiendes, pude haber hecho más, aclarar las cosas. No dejar que fuera ella la comidilla, entregar a una chica de veinte años a enfrentarse al acoso de la prensa fue lo peor que ellos pudieron hacer.

—No podemos cambiar el pasado, simplemente aprender de él. Así que decide hermano, ahora mismo hay más de diez paparazzis ocultos en la calle, esperando a que salgas de este bloque de departamentos.

—No sé que hacer— su voz está llena de ira—, siempre se tiene que complicar todo. ¡Maldición!

Touya lanza el maletín hacia la puerta, sé que el ruido y su voz se ha escuchado en todo el departamento. Pero esos ruidos no se oirán más allá, me encargué de que mi departamento contará con un sistema de insonorización, los ruidos no pueden salir de aquí.

NenúfarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora