Rescue Me [KookMin]

~ XI ~

Jimin estaba notablemente nervioso por haber comenzado el beso, sinceramente dudó mucho si hacerlo o no desde que estuvieron tan juntos durante el desayuno. El punto que le dio clara confianza estuvo en que él no contaba con que JungKook colocara sus manos sobre sus mejillas con delicadeza para que no separan sus labios.

Jeon estaba maravillado de cómo era aquel beso, lo sentía tan único y especial, totalmente diferente a todos los que les había dado a las personas con las que trato de olvidarse del de menor estatura, por esto, se dedicó a seguirle el ritmo sutil que inició Jimin, solo por miedo a que este se alejara si es que aceleraba sus movimientos, pero eso no evitaba que se notara que era Kook quien tenía el control, pero, Jimin no solo se dejaba hacer, sino que también quería tener el control.

Sin notarlo, el de mayor estatura terminó sonriendo en medio de aquel beso, emocionado por poder besarlo, lo que lo llevó a ingresar su lengua en la cavidad del pelirosa sin siquiera pensarlo en realidad. Dejándose llevar por lo que estaba ocurriendo, no tomo en cuenta que esa acción podía provocar que el de menor estatura se alejara o incluso lo mordiera por el atrevimiento, pero no sucedió, Jimin recibió gustosamente la lengua del menor, tanto que tuvo claras ganas de avanzar más, lo que provocó que pegara su pelvis al cuerpo contrario, demostrando con la dureza que se estaba generando entre sus piernas el que quería seguir avanzando con Jeon.

-Jimin... ¿Estas seguro de que es esto lo que realmente quieres?- Pregunta Jeon, mientras lo afirma con un poco de fuerza desde la cintura para que no se aleje ni un solo centímetro de su cuerpo.

-Yo fui quien te beso, JungKook...- Susurra a centímetros de los labios contrarios, con la respiración claramente acelerada después del beso -Claro que lo quiero- Murmuro a la vez que lo abraza por el cuello con delicadeza. -Prefiero tus manos que las de él...-

Y solo eso fue necesario para que el poco autocontrol que le quedaba a Jungkook se fuera a tomar por culo. Fue en ese momento que se hizo totalmente consciente de la notoria dureza que se estaba formando entre sus piernas también, la cual era claramente provocada por el pelirosa que estaba totalmente pegado a él.

Sin poder, ni querer evitarlo, le hizo caso a su impulso y empujó con un poco de fuerza la cadera contra Jimin, simulando una embestida para que este también fuera consiente de lo que le estaba provocando.

-Ju-JungKook~...- Susurró entre un notorio jadeo que le provocó la acción del menor.

Consiguiendo una gran sonrisa en los labios de Jeon al escucharlo jadear, este emocionado por lo sucedido, utilizando sólo un poco de fuerza, alzó al de menor estatura rápidamente, quien sin dudarlo ni un segundo, enrollo las piernas en la cintura del menor, mientras este comenzaba a caminar hasta el sillón que había en el salón, para sentarse ahí dejando a Jimin a horcajadas sobre él, justo sobre su notable erección.

Sin ser avisado, el menor notó gustosamente como es que el de menor estatura comenzaba a mover sus caderas de atrás hacia adelante lentamente, consiguiendo así, el darle la atención necesaria al miembro excitado que estaba bajo su trasero. Los movimientos, que comenzaron lentamente, fueron acelerando poco a poco al pasar los segundos, provocando que Jeon tuviera que morderse fuertemente el labio inferior para no comenzar a soltar maldiciones con querer comenzar a follarlo en ese preciso momento.

Dejándose llevar por sus deseos, Kook colocó firmemente las manos en la estrecha cintura de Park, para así imponerle un ritmo un poco más acelerado a sus movimientos, a la vez que hacía presión hacia abajo para conseguir más contacto. Al haber dejado claro cómo es que quería que se moviera, comenzó a subir sus manos lentamente por el abdomen del más bajo, notándose lo mucho que quería tocar, llegando a ser un poco brusco, hasta que llegó al rostro del mayor, ahí comenzó un tacto más cuidadoso, como si temiera quebrarlo mientras le acariciaba las mejillas y su nariz, hasta llegar a sus gruesos labios. Labios que atraparon sin ningún pudor el dedo pulgar que los acariciaba, para poder comenzar a chuparlo con lentitud.