¤《Sin grasa no hay parasio》¤

Cap. X

[°° Jadeante, acostada sobre una cama repleta de restos de comida, mi cuerpo aún no era bastante grande pero si lo suficiente para tolerar grandes cantidades de alimentos.
Las partes de mi qué más sobresalen son mis muslos, o mejor dicho jamones llenos de celulitis y con la piel estirada, la grasa de bajo de mis brazos que suele quedar ajustada con cualquier blusa de manga corta. Mis cachetes con tan grandes qué dan la impresión de siempre tener comida dentro de ellos, mi pecho enorme solamente superado por la grotesca barriga seccionada por capas de grasa, una más grande que la anterior, logrando caer sobre mi vientre cubriendo mi intimidad, el trasero casi imposible de cubrir con unas bragas normales. Mis dedos han ensanchado en tamaño y no se dedican a otra cosa que no sea a tomar la comida. °°]

-Una fantasía muy detallada Señor Carlos...

Estábamos de camino a casa cuando el confesó lo que pasaba por su mente. Afortunadamente controló sus impulsos antes de que alguien nos descubrirá y sinceramente me alegra que lo hiciera, no estoy segura de que yo lo hubiera podido hacer. Sobretodo después de rasguñar su espalda.

-Lo sé, eres la primera con la que he podido pensar en ello.

Sostenía mi mano mientras caminábamos por la calle, eso me hacía sentir portegida, nunca pude imaginar un momento más hermosa y perfecto.

Mis piernas ya me dolían de caminar aún así eso me hacía sentir bien, había logrado esta tan gorda como para que un ligero ejercicio me dejara cansada, además podía notar como mi cuerpo se manejaba con el recién adquirido peso.

Nos despedimos con un beso a la puerta de mi cama, uno que pudo durar más de la cuenta de no ser porque su celular sonó.

-Mándame mensaje al llegar, ¿si?

-Claro, mi gordita.

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Esa misma noche, antes de dormir no podía de dejar de pensar en todos los momentos de ese día. Apenas había pasado la primera cita con él y me sentía amada, realmente adoraba mi cuerpo ya que me había acerado a él chico que me encantaba y me volvía loca. El sentimiento era tan maravilloso que no acudió a mi el hambre tan voraz que me acosaba siempre... Si seguía así la situación al siguiente en comerme sería Carlos.