En cuanto el primer rayo de sol iluminó mi habitación recibí una notificación : era un mensaje de Carlos.
[-Hola, mi gordita princesa, buenos días ; me cuesta creer que solo haya pasado unas cuantas horas desde nuestra cita... Quiero invitarte a mi casa después de clases ¿aceptas?
¿En su casa?, eso era nuevo, jama había ido a la casa de ningún chico, solamente a las de mis amigas. Debía preguntarle a mi madre sin decirle quién era exactamente, cuando llegue a casa la noche anterior me interrogó demasiado, tendría que pensar bien en cómo decírselo.
Al bajar a desayunar la mesa estas servida como para dar un banquete o una cena familiar: Hot-Cakes, rebanadas de pastel, algunos panes de diversos sabores, donas, leche con chocolate, sandwiches de todo tipo... era una verdadera delicia con solo verlo.
Había una nota sobre mi plato que no note hasta que me senté y escuche con satisfacción como la silla se estremecía bajo mi peso. En ella mi madre me avisaba que no llegaria hasta la noche, en su trabajo había recorte de personal y tenía qué hacer más con menos empleados.
Eso supondrá un problema - pensé - Supongo que no tiene que enterarse si llego antes que ella.
Me estómago se hincho a medida que me atiborrada de comida y dejaba los platos casi limpios. A la mitad de mi atracón tuve que bajarme un poco el pantalón de la pijama para no sentirme tan apretada y comer más. Mi busto me alejaba de la mesa , eso me hacía feliz, a diferencia de las primeras veces que comía más de las cuenta en las que apenas sobresalía de mi ropa.
Al terminar , después de largos minutos en los me quede en la silla sobando adolorida mi estómago y al borde del sueño, tuve que levantarme pesadamente hacia mi habitación para cambiarme y prepararme para ir a la escuela.
En el camino sentía que la mejor opción en mi estado sería rodar, me costaba mover las piernas y para colmo sentía que iba más lento. Al llegar al pie de las escaleras me sentí desafortunada, había demasiados escalones para mi.Quizá sea mejor ir a gatas, así podría evitar caerme bajo mi propio peso- me dije a mi misma.
Ese tipo de pensamientos rondaban más frecuentemente por mi mente, comenzaba a tener una mentalidad de gorda, un cambio que no creía que apareciera.Tras un esfuerzo descomunal logré llegar al primer piso yendo a gatas como pensé, mis brazos habían perdido fuerza por lo que costó más de lo que creía, entre a mi habitación y saqué mi uniforme, el mismo en el que no entraba, la falda se me levantaba dejando al descubierto mi ropa interior, la camisa me presionaba y los botones parecían estar a punto de explotar en cualquier momento, el suéter no me cerraba y temía que con el menor esfuerzo se puerta a romper, de hecho mientras me vestía me pareció oír levemente como se rasgaba la tela de mi uniforme.
Antes de salír de casa me puso sobre un espejo para poder maquillarme y hasta ese momento me percate de lo desaliñada que estaba y las manchas de comida sobre mi rostro, al estar recordado el desayuno un impulso por dejar los cubiertos y comer con las manos para hacerlo directamente del plato me inundaron. Comenzaba a volverme algo más que una gorda adolescente.
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¤《Sin grasa no hay parasio》¤
Short StoryUna chica que al enamorarse comienza a cambiar su cuerpo. En el proceso de dará cuenta de muchas cosas y de que el amor y el romance son dos cosas muy distintas.