Déjame Aferrarme (Pausada)

Comienzo del caos (Parte 2)

-Pasado-

Un domingo Catriel estaba desayunando, con lagañas aún en los ojos, cuando Catrina y Lyra se sentaron frente a él y se le quedaron mirando fijamente.

─ ¿Qué les pasa a ustedes? ─ Preguntó incómodo ─ Tenemos la misma edad ¿Por qué no puedo entenderlas para nada? ─ Analizó negando con la cabeza.

─ ¿Sabes si Soren tiene en la mira a alguna chica? ─ Lyra fue la que habló.

─ Desde que Ava y él terminaron... No que yo sepa, está centrado en sus estudios por ahora ─ Le respondió aburrido.

Y era cierto, no le interesaba ninguna mujer. Después de que él y Soren pasaron la primera noche juntos este terminó su relación con Ava.

Lyra asintió, parecía complacida.

─ ¡Misión cumplida! ─ Dijeron Catrina y ella al mismo tiempo mientras se daban la mano.

─ ¿De qué se trata? ─ Catriel quiso saber.

─ Una misión secreta que nos llevará de crucero ─ Celebró Lyra recostando su cabeza sobre el hombro de Catrina.

Catriel quería preguntar más, pero temía que sintieran que algo era sospechoso.

*Tu hermana y mi hermana preguntaron por ti y actúan muy extraño ¿Debería llamar a la interpol?* Le escribió a Soren.

*Ellas siempre actúan como niñas hiperactivas, mejor llama a un psiquiatra* Contestó Soren.

*Quieren saber si te interesa alguna chica* Catriel continuó.

Silencio.

*¿Y entonces?* Insistió

*Por supuesto que estoy interesado en una mujer ahora mismo. Pero, ambos sabemos que Jade Raymond¹ está un poco fuera de mi liga* Lamentó Soren.

Catriel empezó a reír.

*No te olvides de Stephanie Harvey², también tengo sueños mojados con esa mujer. Mucho por hoy, tendré que manosearme esta noche* Bromeó Catriel.

*Asqueroso* Envió Soren.

-.-.-.-.-.-

Cierto sábado en la mañana Catriel comenzó a levantarse, pero el brazo alrededor de su cintura se tensó.

─ Uhhh... ¿A dónde vas? ─ Preguntó Soren pegándose a él.

─ Voy a comprar algo para comer, solo hay jugo, restos de comida chatarra y alcohol en la nevera ─ Le dijo Catriel sonriendo.

Soren era de esos que se ponían súper cariñosos y pegajosos después del sexo. Una lástima que eso durase hasta el momento que cruzaban la puerta de su apartamento o habitación de hotel, incluso por mensajes de texto solía ser algo seco y solía darle mensajes en clave, nada directo, cuando quería verlo sin haberlo planeado previamente o para cancelar alguna cita.

Aun así, Catriel creía que no debía estar ofendido por eso, era difícil haber vivido dando la cara como un correcto heterosexual y tener que salir del closet era un gran paso, que estaba consciente podría tomar su tiempo o... nunca llegar.

Por el momento estaba tranquilo con el hecho de que Soren no se haya arrepentido de lo que habían hecho, y ahora estaban juntos compartiendo los mismos sentimientos... Bueno, todo lo juntos que podían estar escondiéndose de todos.

Creía que podría vivir así el resto de su vida, mientras Soren lo mantuviera cerca solo a él.

─ No te vayas, no nos quedaremos juntos hasta el miércoles ─ Se quejó Soren.