Prólogo

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Había una vez...

Un pequeño tonto que Jugaba con fuego.

Era un hombrecillo de papel que se creía un soldadillo de plomo.

Estaba fascinado por la fría llama de brillo misterioso.

No se detuvo a pensar en lo que los corazones hechos de papel no debían hacer.

El pobre no tardó mucho en darse cuenta: solo era un estúpido temerario.

Aunque se encontraba perdido, se negaba a regresar sobre sus pasos.

Testarudo, tiritaba al lado de ese fuego indiferente que no podía darle calidez.

Era difícil, a menudo dolía.

Tenía miedo y se mantenía siempre ansioso.

Pero sobre todo... Se sentía desoladamente triste.

Déjame Aferrarme (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora