Déjame Aferrarme (Pausada)

Comienzo del caos (Parte 1)

-Pasado-

─ Estas en el tercer año de ingeniería de desarrollo (Informática) ¿Cierto? ─ Preguntó Catriel tratando de no sonar como un chiquillo mirando a su ídolo.

─ ¿También estás en la Preparatoria de Warrison College? ─ Soren preguntó de vuelta, prestándole atención de verdad, ya que en general solo había asentido cuando se lo presentaron y se centró en su celular. 

Después de todo estaba mortalmente aburrido mientras su hermana y la hermana del chico entraban y salían de tiendas como zombis oliendo sangre fresca.

Warrison College era un complejo institucional privado que abarcaba cuidados y estudios para sus inscritos desde su nacimiento, por lo general la mayoría de los estudiantes se había formado allí desde siempre y solían venir de familias, ancestrales y exitosas. Aunque también habían nuevos ricos que eran aceptados, mientras pudieran pagar y cumplir con los requerimientos se les aseguraría la excelencia en educación y formación de habilidades, como a cualquiera de los niños que habían nacido con una cuchara de oro en la boca.

Catriel asintió, secretamente emocionado por obtener su atención.

... Aunque no quería parecerlo, igualmente era un chiquillo, hablando por primera vez, con una especie de ídolo masculino de la que sería su facultad.

─ Catrina y yo somos mellizos. Pero, ya estoy en mi último año, he estado yendo a clases de preparación en la consejería, creí haberte visto por allí... También voy por ingeniería ─ Balbuceó.

─ ¿Eres un pequeño genio o algo así? ─ Picó Soren entretenido por la forma entusiasta de hablarle del chico, su tono de voz aumentaba y luego parecía recordarse actuar con mayor normalidad y se corregía bajando el tono y adquiriendo un frente más serio.

Catriel negó apresuradamente.

─ Catrina estuvo enferma cuando era pequeña y por eso se atrasó, tenemos la misma edad... Es solo que ambos parecemos más jóvenes ─ Explicó mirándolo de reojo.

─ ¿Por qué me miras tanto? ¿Soy tan atractivo? ─ Soren quiso molestarlo, sin esperarse una respuesta como la que recibió.

Catriel pareció dudar y luego asintió decisivamente.

─ ¿Lo soy? ─ Cuestionó Soren sorprendido por la apreciación tan natural y directa del chico ─ ¿Basado en qué? ─ siguió divertido.

Las amigas de su hermana se sonrojaban y cuchicheaban cuando lo veían, sus compañeras eran extra amables y amorosas con él, las extrañas también solían quedársele mirando un tanto aturdidas, así que no era ajeno a la apreciación femenina. 

Pero, nunca le había pasado algo así con otro hombre.

─ Umm... El más atractivo de toda la carrera al menos, y que... ─ Catriel indicó, callándose al final de su frase inconclusa.

─ ¿Y que quién? ─ Preguntó, sin estar seguro de si iba a referirse a un alguien o a un rango en específico.

─ Hay un alguien ─ Murmuró Catriel, luego sonrió de lado, su nariz estaba roja por el frío y sus ojos algo acuosos, como si hubiese llorado recientemente, dándole una imagen un tanto desamparada que no concordaba del todo con su apariencia.

La curiosidad picó a Soren, pero no pudo insistir porque, de pronto, Catriel se puso el índice sobre sus labios y susurró travieso un ruidito que pedía silencio.

─ Ahhh, necesito una soda urgentemente... Lyra, vamos por una ─ Propuso Catrina llegando de su odisea departamental como un huracán, y sin darles una segunda mirada puso un montón de bolsas en las sillas de la mesa vacías, empujando a Lyra -la hermana de Soren-  sin descanso hacia la feria tras ellos.