22. Herida profunda

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Una broma había terminado de la noche a la mañana, con su sueño de vida.

   Era plenamente consciente de que para muchas personas el amor no es más que un sentimiento destructivo, doloroso o innecesario de experimentar, pero Jeno no compartía esa opinión. Su experiencia lo respaldaba, al igual que los años, pues había conocido el amor gracias a unos ojos café y unas mejillas sonrosadas. 

   Cuando comenzó a salir con Jaemin en el instituto, nunca esperó que aquel vínculo que los unía, se hiciera tan fuerte, hasta el punto de parecer indestructible. Con una pregunta tonta: ¿quieres salir conmigo?, formulada al mismo tiempo con un montón de risas, dieron inicio a su historia. 

   Jeno le gustó desde el principio. Nadie tenía la cara tan bonita, las manos tan suaves o el cabello tan precioso. No obstante, lo que más le gustó de él, fue la manera tan espontanea que tenía para hacerlo sentir tan bien. Como si estuviera flotando en una nube por los cielos.

   Los primeros meses de su relación, debía admitir, fueron extraños, pero también hermosos. Compartían pocos besos y en contadas ocasiones, debido a la pena, se daban la mano. Era algo así como una clase de amistad, pero con una pizca de amor y dulzura.

   Con el tiempo todo cambió, Jaemin creció y se volvió más maduro y también, más hermoso. Jeno no podía dejar de mirarlo, suspiraba por él como un tonto. 

   En su cumpleaños, Jaemin le dijo que tenía ganas de hacerse un tatuaje. Naturalmente Jeno le contestó que estaba loco. Pero sabía que cuando a su novio se le metía una idea en la cabeza no había forma de hacerlo quitar el dedo del renglón, así que después de horas de insistencia, fueron al estudio de un tipo llamado Jisung, que a cambio de sesenta billetes y un CD de The Beatles, estaba dispuesto a tatuar a un menor de edad.

   —Pero no tiene que verse —Jaemin le dijo mientras hojeaba el catálogo de dibujos—, si mis padres se dan cuenta, ¡me van a matar! Y luego, con suerte, te van a matar a ti.

   Jeno se rió y lo atrajo por la cintura, dándole un beso en la coronilla de la cabeza.

   En su defensa, él no tuvo nada que ver con la decisión que Jaemin tomó sobre la parte del cuerpo que deseaba tatuarse. Con una sonrisa de loco le dijo a Jisung que quería que le escribiera su nombre en el culo, justificándose al decir que había leído en internet que esa zona era en donde menos dolía.

   Jeno nunca en su vida se había sentido tan loco y excitado por su novio como hasta ese momento. Ni siquiera pasaron dos horas desde que habían terminado su tatuaje, cuando ya se lo estaba delineando con la lengua mientras Jaemin gemía entre las sabanas de su cama, con los ojos cerrados y el labio inferior entre los dientes.

   Esa fue la mejor noche de su vida.

   Pero todo eso ya había quedado atrás. Ya nada de eso importaba.

   ¿Por qué?

   Pues porque ellos habían terminado.

   Jeno a lo largo de su vida, había preferido resolver sus problemas de frente, sin rodeos, ni medias explicaciones, porque le gustaba ser directo y cortar todo de raíz. Sin embargo, aquel día cuando despertó desnudo a lado de alguien que no era el hombre que amaba, algo dentro de su pecho se rompió.

   Era hasta egoísta que lo pensara de esa forma, pero Jeno se sentía tan mal consigo mismo, tan egoísta, tan sucio... que pensaba que sería cuestión de tiempo para que colapsara y terminara dejándose llevar por la miseria y el resentimiento.

   ¿Cómo luchar contra algo que no se puede ver? Jeno quería entenderlo. 

   Mark, su supuesto mejor amigo, un compañero de Instituto, de juegos y hasta de vida, había destruido su relación a base de acciones tan absurdas y desmesuradas, que reía amargamente de sólo pensarlo. El día en que todo colapsó, fue a buscarlo, más débil y vulnerable de lo que nunca se había sentido en su vida, pero lo hizo. Fue tan pacifico que se sorprendió de que sus puños no se estrellaran en su cara en cuanto lo vio abrir la puerta. Le dijo que no quería volver a saber nada que él y que dejara de llamarlo. Que no se metiera más en su vida.

Move On |NoMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora