RomanceES eligió este cuento para formar parte de su antología Acordes de amor. En el vínculo externo y en comentarios os dejo el enlace para que lo podáis ver también allí.
«Siempre se ha sabido que el amor no conoce su propia profundidad hasta la hora de la separación».
Khalil Gibran
—¡Nos llamamos, colegui, doce meses pasan rápido! —Y, a pesar de que al hablar le quitaba hierro a la separación, me costó un esfuerzo colosal desprenderme del cálido abrazo de Fran.
Él era el único que permanecía callado. Después de mi promesa de mantener el contacto se limitó a aferrarse a mí dándome un abrazo de oso que, además de triturarme los huesos, me llenaba las fosas nasales con el aroma de su fragancia, mezcla de lavanda, canela y sándalo.
Notaba, asimismo, la emoción de mi abuela en las lágrimas contenidas que provocaban que los ojos azules le brillasen, en el gorgoteo de frases entrecortadas y sin sentido y en las despedidas breves del resto de familiares. Pronto partiría, solo restaban segundos.
En el momento en el que traspasé la línea para dirigirme al punto de embarque, en lugar de detener la vista en mis parientes (lo lógico), clavé la mirada en Fran. Me daba la sensación de que solo él llenaba mi campo de enfoque, y, recién ahí, temblé al asumir la magnitud de mi audacia. ¿Me habría apresurado al gestionar la beca y salir corriendo a hacer los trámites que consiguieron que me la otorgasen? Porque «doce meses» eran dos vocablos que se decían pronto, pero implicaban trescientos sesenta y cinco días lejos de Fran. Serían ocho mil setecientos sesenta horas en las que me encontraría apartada de mi colega, ¡una enormidad! Mi amigo del alma parecía pensar algo similar, pues me observaba intensamente.
Lo último que me quedó grabado con fuego, antes de encaminarme hacia lo desconocido, fueron sus labios moviéndose para pronunciar un inaudible:
—Te amo.
¡¿Seis años asistiendo juntos a la universidad, estudiando juntos para los exámenes y yendo, también juntos, a las discotecas a ligar con otras personas y me venía a confesar que me amaba, en ese instante preciso, cuando me hallaba con un pie dentro del avión?! ¡Me iba del país durante un año a estudiar un Máster de Gestión de Recursos Humanos en la Facultad de Derecho de Santiago de Compostela!
¿Y si giraba, me olvidaba del viaje y permitía que el vuelo partiese sin mí? ¡¿Cómo iba a irme sin aclarar esto con él?! Comencé a sudar, histérica. Me sentía como si estuviese en medio de una encrucijada en la que se abrían dos caminos en sentidos opuestos, donde mi futuro lo definiría la elección que ahora escogiese. ¡Claro que menudo espectáculo sería si daba la vuelta frente a la familia y le exigía explicaciones a mi amigo! Porque ¿y si me equivocaba y solo era la expresión de nuestra amistad de siempre? Durante seis años jamás había dado indicios, siquiera, de que yo le gustase como mujer.
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Y la vida sigue...(Desafíos, cuentos y microrrelatos).
Short StoryAfortunadamente, siempre me están proponiendo nuevos retos que me conducen hacia mi género favorito, el paranormal. Inicio esta obra con el desafío de mi querida amiga @rosaimee, que me lleva hacia un campamento de terror. Registro todos los cue...