4. Los Dragones

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1810 Palabras


Taehyung tiene sus ojos fijos en el alto sujeto que se abre paso por su usualmente tranquilo territorio. A simple vista parece un humano, aunque a falta de uno de sus sentidos, no puede garantizarlo. Intrépido, supone. Después de los castigos y advertencias que había realizado un tiempo atrás en relación a cualquiera que osase invadir su territorio, ya eran pocos los pobres idiotas que se atrevían a siquiera rozar su frontera. Sin embargo, ahí está ese sujeto desplazándose cerca al centro de su lugar.

Al fijarse en su manera de caminar nota que es algo torpe, lenta e inestable. A lo mejor está enfermo o tal vez se ha embriagado con esa bebida que los hombres utilizan para ser felices durante unas cuantas horas. En fin, como fuese, sigue en su territorio y eso se paga caro.

Suspirando, estira su anatomía y enfoca su mirada en los árboles tras los cuales ha avanzado el humano. Deja salir el aire retenido, se apoya en el suelo y analiza qué forma puede tomar para perseguir al sujeto sin que sea detectado con facilidad. Aunque, a juzgar por la apariencia del mismo, quizá no tiene que preocuparse por mucho. Por lo mismo, se decanta por una de sus transformaciones más predilectas y cómodas. Es así como, tras una exuberante niebla, toma la forma de un zorro de reluciente pelaje rojizo; útil ahora cuando se encuentran en pleno otoño.

De esa manera, el ágil zorro se desplaza por entre los árboles y las hojas caídas, siguiendo desde una distancia moderada al sujeto, mientras examina qué estrategia puede emplear para deshacerse de él.

Han transcurrido unas cuantas semanas desde que el último humano había tenido la audacia de ingresar a su territorio. La excusa de aquel desdichado había sido muy interesante... le quería matar, y lo había dicho con tanta convicción y odio que, bueno, a veces era interesante recordarlo. Por supuesto, su intención no había dado resultado y, en cambio, poca había sido la suerte de aquella persona.

No mucho más tarde, Taehyung se detiene al divisar como el hombre, al fin, parece no poder más y se deja caer en un pequeño claro, con su espalda apoyada en un gran roble ahí ubicado. Supone que ese es el momento preciso para realizar su movimiento y deshacerse de aquel estúpido humano... o lo que sea que es. Al menos, quiere pensar que sólo se trata de un humano. Realmente no se encuentra de ánimo para lidiar contra un hombre lobo o un vampiro, o semejantes.

Ayudado de la luz de la luna, le puede detallar mejor. Taehyung le observa con curiosidad. Su pelo es negro y cubre sus ojos, dándole un aura siniestra pese al deshecho estado en el cual se encuentra. Además, puede notar mucha sangre tiñendo su cuerpo y vestimenta sepia. De hecho, por dónde sea que ve, hace presencia ese líquido rojizo. Nota que se acumula en un punto del torso y el zorro supone que ahí se encuentra la herida mortal, dado que el pelinegro se encuentra presionando esa parte con una mano.

Taehyung dejaría salir un suspiro de no estar en esa forma animal. Lo que le falta, por supuesto. No sólo un humano invadiendo su territorio, sino que un humano moribundo.

Aún en su escondite, se recuesta apoyando su cabeza en sus patas, a la espera. Bueno, al menos no tiene que tomarse todas las molestias que siempre toma; tan sólo debe esperar a que muera y, entonces, deshacerse del cuerpo. Después de todo, le fastidia que sus dominios sean invadidos por esos débiles seres destructores. Que se maten entre ellos, si así quieren. No le importa siempre y cuando no se entrometan con él.

Mientras espera, aún sin despegar sus ojos de la anatomía del humano, se encarga de verificar que todo en su territorio esté en orden y la cantidad de individuos en él siga siendo la misma; sin ningún otro hombre desplazándose por ahí. Su naturaleza le permite la realización de tal habilidad. No suele convocarla tan a menudo; sin embargo, sabe que es necesario. Ahora que tiene cierto problema con un humano, no se le apetece ver a otro; o, peor aún, que aquel escenario se trate de una trampa con el fin de capturarle. Afortunadamente, la cantidad de criaturas parece seguir siendo la misma y puede descartar tal posibilidad.

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