2413 palabras
Parte anterior: 1
—¿Crees que deberíamos agradecerle? —preguntó Taehyung, tras estarlo pensando desde hace varios minutos; sin preocuparse demasiado por el gorro gris que caía sobre sus ojos y le impedía ver a Jungkook. El mismo que, sonriente, se acercó para acomodar el gorro sobre la cabellera castaña y, de paso, organizar la bufanda que también se encontraba mal puesta.
—Eres todo un desastre, Tae —opinó, aún inmerso en su labor—. ¿Y agradecer? ¿Agradecer a quién?
—A RM. Después de todo, recomendó nuestra canción e hizo que tuviéramos un millón de vistas. —Taehyung se encogió de hombros. —Por educación.
Jungkook finalmente terminó de acomodar la bufanda del mayor y se alejó un poco, revisando que no hubiese algo más que estuviese desarreglado. Una sonrisa cariñosa acudió a sus labios.
—Aw... Tan lindo y educado. Parece que hay cosas que nunca se pierden —se burló, apretando la mejilla izquierda del castaño hasta que escuchó la queja de aquel—. No lo sé. Dudo mucho de que pueda leernos. Es decir, ni siquiera tenemos Twitter. O, al menos, yo no tengo. ¿Tú tienes, Tae?
—No, tampoco. Ya sabes que no se me dan bien las redes sociales. —Acercó su mano al cabello del menor, para acomodar unas cuantas hebras desordenadas; sonriendo mucho en cuanto el pelinegro cerró los ojos, relajado ante los pequeños toques. —Pero podríamos crear un perfil y dejar las gracias. Y si no llegan a él, al menos lo intentamos.
Suspirando con una sonrisita embobada, Jungkook se apartó del mayor para tomarle de la mano y dirigirlo a la salida del lugar.
—No me vas a dejar tranquilo hasta que hagamos eso, ¿no? —Volvió a suspirar ante el asentimiento del castaño—. Está bien, en cuanto volvamos a casa veremos qué podemos hacer. Pero te lo digo, Tae. A ese cantante le llegan cientos de mensajes en decenas de distintos idiomas. Por eso, no te extrañes si un mensaje de una cuenta recién creada pasa completamente desapercibido.
Asintiendo, Taehyung empezó a balancear sus manos entrelazadas.
—Ya lo sé, Jungkookie. Tampoco es que me haga ilusión que nos conteste. Me da igual. Nosotros sólo cumplimos con dejarle un agradecimiento y ya.
—Está bien, está bien. —No pudo frenar a tiempo el nuevo suspiro resignado saliendo de él. Dios, Taehyung le había convertido en una máquina de aquellos. —¿Qué haré contigo?
Antes de salir, se detuvo frente a la puerta para dejar un suave beso sobre la frente de Taehyung y sonrió encantado ante el beso en la mejilla que recibió en respuesta.
—Hoy salgo temprano. Nos vemos en Galaxie a las seis y tanto. Cuídate mucho y no te metas en lugares peligrosos, Jungkookie. Ten cuidado. Mira a los dos lados antes de cruzar la calle y respeta las señales de tránsito cuando vayas en tu bicicleta, ¿si? También ten cuidado con los niños, sé qué no les tienes mucha paciencia. ¡Ah! Y si hay ventanas rotas, ni se te ocurra tocar los vidrios, ¿eh? Busca guantes, cosita torpe.
—Taehyungie —se quejó Jungkook, en medio de una risa—. Vamos, sólo fue una vez y fue hace mucho. Está bien. Estaré bien. Tendré mucho cuidado, no te preocupes. Nos vemos en Galaxie. Tú también cuídate mucho. Si algún imbécil vuelve a sobrepasarse contigo, regálale un buen puñetazo con todas tus fuerzas, que queden tus nudillos marcados ahí. No importa que te despidan, conseguiremos otro trabajo para ti, ¿está bien? Primero estás tú, mi vida.
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| Kookv's One-Shots |
FanfictionUna compilación de historias KookV en dónde, en su gran mayoría, la OTP está 'whipped' entre sí y las tramas giran alrededor de situaciones externas. O, sencillamente, KookV vs los universos que me invento.