2268 Palabras
—¿Puedo decir algo sin que te enojes? —murmuró Taehyung. Su rostro se encontraba escondido entre sus rodillas, aunque, de cualquier forma, miraba de reojo al pelinegro que se encontraba a su izquierda. Para todo el tiempo que llevaban ahí, ese momento aún le parecía una escena irreal. Su corazón, incluso, seguía taladrando en su pecho con la misma intensidad de un principio y, para su propia frustración, no parecía estar próximo a relajarse.
Jungkook, por su parte, giró su cabeza hacia él, apartando su vista del naciente atardecer en el que había decidido enfocar toda su atención para eliminar su ansiedad. Sin embargo, al dirigir aquella atención nuevamente hacia el castaño, supo que el previo esfuerzo había sido en vano.
—Si es algo que sabes que me va a hacer enojar, es difícil que te prometa eso. —Ante la amenazante mirada contraria, levantó sus brazos en rendición—. Pero bien, bien. Lo intentaré.
Asintiendo, Taehyung se relajó lo suficiente como para estirar sus piernas y sentarse en una posición más cómoda. Imitando a lo que había estado haciendo el pelinegro antes, levantó su mirada hacia las nubes y contempló a las que empezaban a tornarse de amarillo.
—Para ser sincero, realmente no entiendo al amor ni a la amistad, ni a la necesidad por socializar que se supone que todos tenemos. Así que, de hecho, tampoco sé por qué eres mi amigo y, ahora, mucho menos tengo idea de por qué te gusto. —Aclarando su garganta, empezó a juguetear con sus dedos, nervioso—. Es decir, ni siquiera soy interesante, Jungkook. No tengo nada que ofrecerte.
El susodicho se permitió soltar el aire contenido, frustrado. Ahí iba de nuevo. Con su última gota de paciencia esfumándose, no pudo evitar empujar al castaño con algo de fuerza, desequilibrándole lo suficiente como para que aquel terminara en el suelo.
—¡Dije que no te enojaras! —se quejó Taehyung, volviendo a sentarse a un lado del menor y frotando su brazo izquierdo de manera exagerada.
—Y yo te dije que lo intentaría. Pues bien, lo intenté y no pude —espetó, Jungkook. Su rostro dibujando un gesto molesto, pero aún así viendo de reojo a Taehyung comprobando que no se había pasado. Finalmente, suspiró en el vago intento de retomar su paciencia—. A ver, Tae. Vamos de nuevo. No tienes que ofrecerme ni tampoco te estoy pidiendo nada. No es tan profundo. Sólo me gustas.
—Pero ¿por qué? No lo entiendo.
—Bien, entonces somos dos; yo tampoco lo entiendo, ¿sabes? Pero al menos no soy yo quien se está atormentando con dudas existenciales. Sólo sé que un día te vi, pensé que era afortunado por tenerte a mi lado y quise besarte tan mal, que fue imposible no darme cuenta. Luego ya vinieron los debates mentales, pero dejémoslo en eso.
Con las luces cálidas del atardecer coloreando sus rostros, sería imposible para cualquiera el notar el sonrojo que lentamente se fue apropiando de las mejillas de Taehyung; por supuesto, para cualquiera menos para Jeon Jungkook, quien sabía perfectamente lo tímido que podía poner a Taehyung ese comentario. A causa de lo mismo, terminó por desviar su mirada hacia las nubes mientras sonreía.
El silencio volvió a tomar protagonismo en tanto el castaño buscaba las palabras adecuadas a decir a continuación. No mucho después, suspiró. El sonido llamando nuevamente la atención del pelinegro.
—Cuando dije lo de nada que ofrecer, bueno, no me refería a mis... eh, ¿sentimientos? —Volvió a jugar con sus dedos, en clara señal de nerviosismo—. Es decir, aún estoy muy confundido. Nunca antes he salido con alguien. Por favor, ¡ni siquiera me había gustado alguien! Entonces, perdón, pero no sé qué se supone que debo hacer.
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| Kookv's One-Shots |
Fiksi PenggemarUna compilación de historias KookV en dónde, en su gran mayoría, la OTP está 'whipped' entre sí y las tramas giran alrededor de situaciones externas. O, sencillamente, KookV vs los universos que me invento.