| Kookv's One-Shots |

12. El Apático [2]

1291 palabras

Taehyung rebotaba con cuidado el balón que le habían dado en ese, su primer día de pruebas. Miraba fijamente el movimiento, prefiriendo ignorar a las personas a su alrededor. Menos mal había decidido desde el primer momento apartarse hacia una esquina de la cancha, porque no soportaría estar en el medio de todo eso.

Sin embargo, su imperturbable concentración se tuvo que desviar en cuanto sintió una presencia frente a él. Consideró ignorarle, más recordó a Jimin diciéndole que al menos lo intentara. Así que, aún con algo de resistencia, detuvo el balón en sus manos y levantó su mirada, sorprendiéndose un poco al encontrarse con, por supuesto, Jeon Jungkook.

—Así que viniste. —Y ahí estaba el chico, sonriéndole como conejito, otra vez—. No te ofendas, pero parecía que no estabas muy entusiasmado al respecto.

—Jimin me obligó —dijo a cambio, inexpresivo. Luego, contempló durante unos cuantos segundos al sonriente chico y prosiguió a continuar rebotando el balón, antes de que a sus jodidas mejillas se les diera por sonrojarse.

Jungkook, por su parte, rió un poco, encontrando entretenida la poca disposición que mostraba el lindo chico.

—De cualquier manera, ya has jugado antes, ¿verdad? Puedo notarlo.

Taehyung miró interrogante al atento peli-azul.

—¿Cómo podrías decirlo? Sólo estoy rebotando el balón —dijo, recalcando divertido la exageración, mientras volvía a enfocar su vista en lo que hacía.

—Y eres bueno en eso —Jungkook sonrió con confianza—. Mira a tu alrededor. Sólo por eso, el monitor ya ha descartado a unos cuantos.

Curioso, Taehyung lo hizo. Notando de inmediato el desastre de pelotas que iban de un lado a otro de manera desorganizada. Alguien incluso había pateado una y quería creer que eso había sido por accidente.

—No es que sea bueno. Ellos son unos inútiles —murmuró para sí mismo. Más se sorprendió en cuanto escuchó a Jungkook soltar una fuerte risa, que le hizo contemplarlo con atención.

—Mejor para ti. Así será más fácil que entres al equipo.

Desviando su mirada de las pequeñas arruguitas que notó que se formaban cerca de los ojos del peli-azul en cuanto aquel sonreía bastantes, Taehyung volvió a fruncir sus cejas.

—Jimin me obligó a estar aquí, pero nunca dijo algo sobre que debía permanecer.

Ante tal respuesta, Jungkook hizo un pequeño puchero. Él realmente quería poder jugar junto al pelinegro y así poder pasar más tiempo juntos, conociéndose más. Después de todo, no había podido sacárselo de la cabeza desde aquel otro día en el que se había enterado de que semejante chico lindo no tenía novio. De hecho, menos mal que Taehyung había ido tras Jimin después de decirle lo de que no eran pareja; porque aún lo atormentaba el pequeño sonidito emocionado que soltó en cuanto asimiló las palabras, el cual hubiera sido completamente patético si hubiera sido escuchado.