El viernes después de regresar de nuestras vacaciones la misma banda estaba tocando en Express. Con el inicio oficial del verano los estudiantes de la zona se habían dado cita para escuchar a la nueva contratación estrella del café. Me acomodé en la mesa de Giana justo enfrente de la pequeña tarima dándome tiempo para detallar a la banda que ya tenía su primera fan estrella. Su estilo bohemio perfectamente desalineado daba la impresión de haber sido descuidadamente planeado. La primera canción inició con un corto solo de guitarra al que se le unió el bajo y posteriormente la batería. Yo me sentía demasiado nerviosa como para disfrutar la canción. Mi cabeza estaba en otro parte, más específicamente en la segunda planta. Algo dentro de mi me decía que el mismo chico de los ojos miel estaría escaleras arriba, leyendo un libro y talvez solo talvez, esperando a que yo apareciera.
—No tienes que quedarte conmigo Charlotte, con que me cubras esta bien.
Me sentía una mala amiga por no decirle la verdad a Georgiana ¿Cual era la verdad de todos modos? Quizá ni siquiera había nadie arriba esperándome y yo me estaba imaginando todo.
—Iré a leer — dije aunque sabia que poco le importaba. Cuando el vocalista de cabello negro oscuro algo crecido cantaba Giana se perdía en sus ojos verde olivo o al menos eso había balbuceando toda la semana.
El camino a la segunda planta se sintió más largo que nunca, quería quedarme en las escaleras. Enfrentar lo que sea que sucediera arriba me aterraba, una parte de mi quería encontrar al chico de ojos miel y cabello castaño y la otra prefería no hacerlo. Estaba por dar marcha atrás pero las voces de varias personas subiendo me hizo entrar en razón de lo cobarde e irracional que estaba siendo.
Inspeccione el lugar decepcionada al no verlo. Me senté en el mismo sofá de la vez anterior, con la misma bebida y la misma galleta de avena. Le di el primer sorbo a mi Latte especial no dispuesta a desperdiciar mi dinero esta vez. Alrededor no habían rastros del castaño solo personas mayores hablando en voz baja y otros absortos en sus lecturas. Decepcionada saque el libro que había traído como medida de precaución y comencé a leerlo por tercera vez en línea.
Me concentré en la lectura y lo maravilloso que se sentía ser una persona diferente al menos cuando leía. No esque no me gustara mi vida pero fantasear con algo más emocionante que mi rutina era lo que mantenía mis ilusiones vivas. Tampoco era una lectora empedernida pero cuando un libro me gustaba no podía tener paz hasta que lograba terminarlo.
—¿Que lees?— preguntó la misma voz simpática de la última vez, acelerando los latidos de mi corazón y haciendo que por poco se me resbale el libro de las manos.
—Mil Soles Esplendidos, es mi libro favorito— respondí bajando el ejemplar para poder ver sus ojos expresivos detrás de sus pestañas largas y tupidas que terminaban de emarcarse con su cabello castaño rizado.
—Leí Cometas en el Cielo del mismo autor, me gusto bastante aunque no puedo decir que es mi favorito, prefiero los misterios— dijo sentándose a mi lado.
Sentí las mejillas calientes, y agradecí que no me pusiera roja como un tomate, en ese momento dejé de envidiar el rosa que pintaba las mejillas de algunas chicas dandoles un aire dulce, eso me hubiera delatado enseguida.
—Me llamo William— dijo presentándose formalmente al ver que yo no decía nada.
Al fin el chico castaño de ojos miel que había rondado en mi cabeza desde el lunes, tenía un nombre.
—Charlotte— respondí con el corazón acelerado al ver su mano extendida hacia mi.
Quizá fue sentir su contacto tan cálido y familiar o el hecho que había sobrepensado la situación durante los días previos lo impidió el colapso de mi sistema nervioso. Estaba absoluta y perdidamente flechazada por alguien con el que solo había hablado dos veces.
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Una Reunión Con El Destino
RomanceNunca imagine decir todo esto por medio de un e-mail. Seguramente cuando lo leas estarás confundido, enojado y felizmente casado. -Siempre tuya, Charlotte. Volvió a leer el correo con las palabras atoradas en la garganta y la impotencia carcomiend...