super Bowl

102 19 7
                                    

Como era de esperarse William y yo nos distanciamos después de ese día. Ninguno se atrevía a hablar de lo sucedido y honestamente lo prefería así. Las idas y vueltas habían llegado a un punto donde me sentía agotada mentalmente. Las cosas fueron bastante claras desde el inicio pero aún así no quise verlo y años después sigo enamorada de la misma persona ¿Qué podría ser remotamente más patético que eso?

Para el segundo semestre adaptarse a la rutina fue mucho más sencillo. Como siempre Giana y yo compartíamos casi todas las clases a excepción de una materia optativa. Mantenerme ocupada no resultó difícil, me uní a la Asociación de estudiantes en psicología junto a Giana. Teníamos actividades casi todas las semanas, orientadas a la salud mental, bienestar emocional, manejo de estrés y difundir información sobre la ayuda psicológica gratuita en la Universidad a los demás estudiantes. Ser parte de la asociación me ayudaba a sentirme que pertenecia a algo, que estaba haciendo una diferencia en la vida de las personas, uno de lo grandes motivos por los que me decidí por la psicología. También comencé a asistir a la Asociación Estudiantes latinos, tenían reuniones periódicamente y había conocido a muchas personas interesante, la comida en cada reunión estoy segura era la mejor parte.

–Mira el departamento esta ofreciendo dinero por participar en ese estudio– me dijo Giana señalando el afiche en la pared.

Esa fue nuestra meta desde que iniciamos en Berkeley, participar en un proyecto de investigació, no como sujetos de estudio precisamenten, pero como estudiantes de pre-grado dispuestas a dar su tiempo pra ayudar a los doctores y estudiante de postgrado. El estudio era algo relacionado a los sueños y su relación con diferentes patrones psicológicos. Esa misma tarde nos contactamos con el Doctor Brown para postularnos como ayudantes de la investigación y semanas más tarde estábamos trabajando poniendo archivos en orden y transcribiendo las sesiones de pacientes para análisis posteriores. El tiempo para salir de fiesta se redujo casi a la mitad y así fue progresivamente durante carrera. Para el último semestre casi no saliamos de la biblioteca o la clínica donde se realizaban las investigaciones.

Después de poco mas de un mes inmersa en ese mundo que había creado para mantenerme ocupada volví a hablar con William a solas. Nuestro círculo social se había reunido para ver el super bowl en el apartamento/estudio de William, teniamos cominda, bebidas y todo lo necesario para ver el partido y mas importante el show de medio tiempo. Angelo tenía su brazo alrededor de mi cintura y yo apoyaba mi cabeza en su hombro, ambos sentados en la alfombra. Yo seguía sin entender el juego del todo, pero Angelo, William, el novio de turno de Giana, y Lucia y su novio, Robert nos explicaban a Giana, Barbara y a mi cuando no entendíamos algo.

–¿Cuanto falta para el show?– preguntó Barbara impaciente, aunque suene raro estaba de acuerdo con ella, habian parado el partido tantas veces que habia perdido la cuenta.

Después de lo sucedido en el auto de William mi opinión sobre Barbara había cambiado un poco. Al menos estaba abierta a conocerla más afondo antes de decidir que no me agradaba. Yo había besado a su novio y estaba plenamente consciente que lo haría de nuevo si tenía la oportunidad ¿Quien era yo para decidir que ella era una mala persona por hacer lo mismo? No podía ser tan doble moral.

–Prometiste que serias paciente– respondió William dejando que se acostará en sus piernas mientras le acariciaba el cabello rojizo.

Ambos hicimos contacto visual pero lo rompimos al instante. La culpa me revolvía el estomago mientras ambos fingiamos que nada había sucedido, aveces me llegaba questionar si había sido real o un sueño, pero la actitud esquiva de William me reafirmaba continuamente que nada de aquella noche no fue producto de mi imaginación.

Angelo se levantó a buscar más snacks dándome un corto beso en los labios que me tomó por sorpresa. Nosotros no teníamos tantas demostraciones de cariño en público, pero un te quiero susurrado muy cerca de los labios no era algo de lo que quisiera quejarme. Giana no ponía atención a lo que sucedía en la alfombra tan cómoda como estaba con su novio y Lucia y Roberto estaban demasiado concentrados en el partido como para darse cuenta de nuestro intercambio romántico, el único que realmente ponía atención era William y Barbara.

Una Reunión Con El Destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora