Papi - un SVU

39.Hagamos un viaje

Esa noche permaneció despierta, su mente tan nublada que apenas podía pensar con claridad.  Ella sabía que mañana una cosa era definitiva;  ella llamaría a DA Raymond y le diría que los acuerdos de declaración de culpabilidad estaban listos.  Que ella se sentaría en una sala de audiencias y escucharía mientras los 15 hombres, uno tras otro, le contaban al juez, a los abogados y, lo que es más importante, a sus partes de lo que había estado tratando de olvidar durante estos últimos meses, cómo se juntan  La violó en dos ocasiones distintas y se preguntó dónde estaban los otros nueve hombres y si alguna vez los encontrarían.

Podía recordar la primera vez que la llevaron a ese sótano;  a esa habitación  La forma en que todos se abalanzaron sobre ella, sus manos tirando de ella desde todas las direcciones, tocando sus lugares más íntimos y luego tirando de ella hacia esa cama ...

Ella había tratado de luchar contra ellos;  Lo intenté con todo lo que tenía, pero al final ... Recordó tarde ese día cuando Harlan llegó después de obligarla toda la mañana, le hizo un anuncio de que iban a bajar las escaleras.

"Hola cariño, ¿me extrañas?"  Se sentó en la esquina, con las rodillas pegadas al pecho y sin responder, pero en el momento en que lo vio entrar en la habitación, se puso de pie arrastrando los pies, tartamudeando.  Todavía estaba bastante enferma por el embarazo que todavía negaba y estaba bastante mareada.  "¿Adivina qué?"

Ella giró los ojos y lo miró con tanto odio, pero no dijo una palabra mientras las lágrimas caían por su rostro.  Ella dio un paso atrás cuando él dio dos hacia adelante, mirándola con un gruñido malvado en la cara;  mirando el vestido que llevaba puesto.  Colgaba de uno de sus hombros y cuando notó que lo miraba, deseó a Dios que se hubiera tomado un momento para arreglarlo cuando notó que su mano se acercaba a ella y le tocaba la piel.

"¡Todavía tan suave!"  Dijo mientras ella luchaba por no vomitar.  Su toque la pondría enferma, no importa cuánto tiempo la tuvo aquí, pensó mientras su mano se separaba de su hombro y se enroscaba en su cabello.  "Bueno, como te preguntas, tú y yo, iremos abajo. Dijo mientras retiraba su mano.

"Pensé que te dejaría salir de esta habitación".  Excepto que ahora no podía evitar sospechar.  No la había dejado salir en semanas, no desde que ella escapó y tenía que preguntarse por qué ahora.

"¿Por qué?"  Preguntó, sintiéndose ansiosa y retrocediendo unos pasos más.  Él sonrió y sonrió unos pasos más y extendió la mano para tocarla.  "No ..." gritó antes de sentir que él la abofeteaba.

"No me cuestionas, y en segundo lugar cariño, todavía no has aprendido que yo, ¡te tocaré como quiero!"  Él se burló cuando ella contuvo sus lágrimas y sintió su estómago a través de su vestido.  "¡Espero que Junior esté durmiendo!"  Dijo antes de dejar que sus manos subieran y apretar bruscamente sus senos a través del vestido, tirando con dureza de sus pezones.  Ella se quedó allí, más lágrimas corrían por su rostro cuando sintió su mano entre sus piernas.

"Harlan por favor; no me siento g-" Pero antes de que ella terminara de hablar, su mano volvió a cruzar su rostro, esta vez con fuerza y ​​la tiró al suelo donde comenzó a sangrar.

"Todavía necesitas enseñar, ya veo" escupió, desabrochándose el cinturón mientras ella intentaba levantarse, la sangre le arrastraba por la nariz y el labio.  Rápidamente se quitó la gruesa correa de cuero, rompiéndola en el aire y cuando cayó sobre su espalda, dejó escapar el comienzo de un grito, pero rápidamente descubrió que era eso o recuperar el aliento.  Ella eligió respirar, o al menos intentarlo.  El dolor era tan fuerte que la sorprendió.  El cinturón le había cortado la tierna carne y, aunque sabía que no debía llorar, no pudo evitar las lágrimas que cayeron en sus ojos y cayeron mientras la sangre le caía por la espalda.  No tuvo tiempo de procesarlo por completo antes de que el cinturón volviera a caer, esta vez aterrizando de lado cuando luchó por escapar.  De nuevo el dolor la conmocionó.