🌼ᭂ En una cita

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Como recordaremos, nuestro dúo favorito se encontraba en la estación esperando al siguiente tren que los llevaría a su próximo destino: "Prinz Pazookle". El ambiente no era el adecuado para poder entablar una conversación y estaban tan apenados entre ellos que ni siquiera se podían ver fijamente.

De seguro ya sabes que fué lo que ocurrió y si no, ¿Qué estás haciendo aquí?, ¡Ve a leer el anterior capítulo!.

Ahora mismo ellos estaban a bordo del dichoso tren, la situación no había cambiado en aquella tarde. En la noche únicamente se limitaron a desearse los dulces sueños, lo cual en cierto modo funcionó; ambos soñaron con el otro y con un posible contacto entre ellos mayor a los que ya tuvieron.

La mañana llegó, ambos despertaron con un extraño sentimiento de nostalgia y un fuerte palpitar en sus pechos. Cada quien realizó su rutina mañanera y se dirigieron al vagón comedor, donde porfin rompieron la ley del hielo.

—¿Cómo has estado? –Preguntó Guy para evitar que la situación se vuelva más incómoda de lo que ya era.

—Bien –Contestó Sam intentando sonreír sin demostrar la timidez que sentía.

Hubo otro silencio, llegó un camarero a atenderlos, después de pedir su desayuno intentaron continuar con la incómoda conversación.

—Y... ¿Te gusta el pan? –Preguntó de forma incoherente el más grande a su compañero.

—Si, sabe muy bien con un plato de huevos verdes con jamón –Respondió Sam.

Al llegar el camarero con los dos desayunos, la conversación pudo continuar pero esta vez sin ese toque de incomodidad. Quién diría que un platillo de huevos verdes con jamón puede hacer magia y arreglar todo lo malo.

—Sabes Guy, he estado pensando y me gustaría pedirte algo –Habló Sam alegremente pero sin ese tono tímido, pues ya no lo pudo ocultar más.

—Dime, puedes pedir lo que sea –Respondió Guy mientras leía su periódico.

—Que te parece... Si podemos salir de paseo juntos –Pidió Sam mientras miraba el platillo que tenía frente a él.

—Sam, nosotros siempre salimos de paseo todos los días –Respondió Guy extrañado–. De hecho, ahora mismo estamos de viaje nosotros dos.

—Lo se... Pero me refería a salir nosotros dos a algún lugar... Donde no estemos rodeados de tantas personas –Dijo el menor, quién ya tenía en su rostro un pequeño sonrojo–. ¿Sabes a lo que me refiero?.

Guy se sorprendió, ¡Era eso lo que necesitaban ambos!. Todos los momentos donde se demostraban su "afecto" a excepción de aquella noche en el hotel siempre eran en público, ¡Ambos necesitaban privacidad!.

—Me agrada la idea –Dijo Guy con una gran sonrisa en su rostro–. ¡Hagámoslo ahora mismo! Saliendo del tren.

—¿Te refieres a la salida verdad? –Susurró Sam para si mismo.

—¿Qué dijiste? —Preguntó Guy quién no lo escuchó.

—¡Nada! –Exclamó Sam.

Ambos siguieron desayunando, cuando terminaron sus respectivos platos el tren se detuvo anunciando que había llegado al pueblo de Prinz Pazookle. Al salir del medio de transporte se dirigieron rápidamente a algún lugar en donde pasar el rato, tanto Sam como Guy estaban emocionados, ¿Esto era alguna clase de cita?.

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No había mucho que ver en aquel pueblo, a excepción de la gran feria que llamaba la atención de todo el que la veía. Antes de entrar ambos se quitaron sus sombreros para evitar posibles problemas, esto para que no los reconocieran después del incidente con Mr. Jenkins.

—Y bien, ¿Qué hacemos ahora? –Preguntó Guy con una sonrisa a Sam.

—¿Bromeas?, ¡Estamos en la feria! –Exclamó Sam con entusiasmo–. Las posibilidades de diversión son ilimitadas.

Sin advertirlo Sam jaló a Guy de la mano y corrieron juntos para comenzar a divertirse en la feria.

Miles de cosas interesantes llamaban la atención de ambos, desde pequeños zoológicos de mascotas hasta las atracciones más divertidas. No importaba la atracción o en donde se encontraban, mientras estuvieran juntos hasta el sitio más aburrido causaba una sonrisa en ellos.

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A Sam le llamó la atención algunos dulces que se vendían, la franela de azúcar predominaba en todos los puestos y él no podía evitar que aquellos bocadillos se le hicieran agua a la boca.

—¿Quieres una Sam? –Preguntó Guy al ver por varios minutos la expresión de Sam hacia aquel dulce.

—¡Sip! ¡Sip! ¡Sip! –Exclamaba Sam–. Compremos uno para ti y uno para mí.

Ambos se dirigieron al puesto más cercano y Guy compró aquel dulce tan deseado, pero lo que impresionó mucho a Sam es que su compañero solo haya comprado uno.

—Uno entero sería demasiada azúcar para ti –Explicó Guy mientras se agachaba a la altura de Sam–. Así que... Compartamos este tu y yo.

Sam se sonrojó, con una pequeña y tierna sonrisa asintió aceptando el plan de su compañero. Se fueron a sentar a una banca vacía y ahí compartieron el dulce, aunque ambos deseaban uno algo más fuerte para compartir entre ellos.

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Un rato después ambos seguian caminando en la enorme feria y nuevamente Sam observó a la distancia una cabina de fotos.

—¡Guy tienes que ver esto! ¡Una cabina de fotos! –Exclamaba Sam señalando el sitio ya mencionado–. ¡Tenemos que sacarnos unas fotos para recordar esto por siempre!

—De acuerdo, vamos –Respondió el más grande y se empezaron a dirigir a la cabina de fotos.

Ya en la cabina se tomaron varias fotos, con caras chistosas o alguna pose que encontraban graciosa para la ocasión, todas las capturas salieron muy graciosas... A excepción de la última, la cual mostraba a un Sam y a un Guy mirándose a los ojos con un pequeño sonrojo y una enorme sonrisa.

🌼ᭂ Contigo he llegado a una buena conclusión,
A tu lado siempre encuentro mucha diversión.

C o n t i n u a r á

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CANCELADA | 🌼ᭂ 30 días OTP challenge 🌼ᭂ | 💗• Sam x Guy •💗 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora