shiber🐻 [san x mingi;ateez/kq fellaz]

ten; final.

Estos días había sido realmente un caos para Mingi, pero quien diría que gracias a un animal de peluche pudo acercarse más a su mejor amigo y crush de toda la vida. Realmente se sentía muy afortunado de la oportunidad gigante que le había dado la vida aunque fuera todo un reto para él.

Pero estaba ahí, yendo donde su hermano para que le preste un poco de dinero y ponerle fin a estos días tan locos que habían pasado.
Mingi sentía como sus sentimientos iban a explotar en cualquier momento, esos sentimientos de alegría, emoción y un poco de nerviosismo eran los que mas predominaban en él, sin embargo, no se dejaba llevar por ellos y ahora estaba seguro al cien porciento de lo que iba a hacer.

Luego de ir a la casa de Seonghwa, dónde notó el apoyo de él y Hongjoong, hizo que se sintiera más seguro. Sentía que todo el esfuerzo por fin iba a valer la pena.

Por suerte la casa de su hermano quedaba relativamente cerca de la tienda y a Mingi no le molestaba caminar.

En su camino noto algo un poco ¿raro?
San estaba con Wooyoung y otro chico más que Mingi suponía que era el novio de Wooyoung viendo algunas cosas, tal vez estaban de compras o algo así. Le parecía perfecto pero debía procurar que no lo vieran para poder ir a buscar el peluche sin ser atrapado.

Pasó cerca de ellos lo más rápido posible, pero al momento de querer cruzar una calle que dividía las cuadras, una voz suave se escuchó detrás de él.

—¿¡Mingi, eres tú!? —Preguntó Wooyoung tocando su hombro, la verdad Mingi no quería darse vuelta por miedo a ver a San, pero por suerte estaba sólo Wooyoung. Tal vez San y Yeosang -el novio de Wooyoung- se habían ido al un local juntos o algo así

—¡Wooyoung! ¿Que haces aquí?

—Estaba de compras con Sa... —Un pensamiento hizo que Wooyoung parará y luego prosiguió— Sang, así le digo a mi novio —Rió de una forma algo rara.

–Eso es muy agradable de saber. Me gustaría conocerlo pero tengo algunas cosas que hacer ¡Nos vemos! –Mingi saludó a Wooyoung para luego irse lo más rápido posible.

Caminó hasta llegar hasta su destino.
La tienda tenía tonos pasteles y unos artículos más lindos que otros, podía decirse que es perfecto para cualquiera que le guste las cosas coloridas y lindas, así como San.
Se podía encontrar desde artículos para la cocina como cubiertos de colores brillantes, alfombras de diversas formas y  hasta la más mínima cosa innecesaria que al verla dirías "Lo compro o lloro".

Al pasar por la sección de peluches pudo notar que habían miles de estos. Uno más lindo que el otro.

Buscaba en cada estante atentamente su único objetivo, pero claro que se distraía con peluches tiernos como pingüinos, patos, ballenas y cualquier animal que al verlo dirías "awww". Sabia que este sería el paraíso para San.
Por suerte estaba solo, y con una sola búsqueda.