Jude
Ya iba por mi cuarta margarita, ¿o era la quinta? La verdad ya no importaba, a pesar de estar sola me sentía muy bien, había buena música y me divertía viendo a la gente bailar alcoholizada, algunos se movían exageradamente, otros lloraban en alguna que otra canción. Hace mucho que había perdido de vista a Sandy y a Oliver, lo más sabio sería ir a por ellos, pero creo que le daré algo de tiempo extra a Oli para conquistar a mi amiga, si es que puede.Miré mi copa casi vacía, debería ir por otra. Me paré dispuesta a caminar hacia la barra, pero ni eso pude hacer, sólo sentí a alguien lanzarse prácticamente sobre mí.
Carajo, los borrachos si que son impertinentes.
Me tenía inmovilizada, uno de sus brazos rodeaba mi cintura y la otra acariciaba mi cabello, sentía su nariz en mi cuello, ¿en serio estaba oliéndome? Me removí incómoda, si al principio me quedé estática ante la sorpresa, ahora ya me comenzaba a molestar. No podía ver su cara, ya que prácticamente se encontraba olfateándome.
Okey, esto ya es muy molesto.
–¿Te importaría soltarme? Creo que te has confundido de persona– metí mis manos para intentar alejarlo. Su peso hacía que retrocediera con él encima, pronto llegamos a la pared, ya que la mesa en la que estaba se encontraba cerca. No obtuve respuesta, la música estaba demasiado alta como para que pudiera escuchar con claridad lo que susurraba contra mí, sentía su aliento y algo en mi interior se removió. Mierda, el alcohol.
Carajo Jude, un completo extraño se te tira encima y tú te pones cachonda, excelente.
Empujé con todas mis fuerzas, pero nada sirvió. El desconocido tomó mi cara con sus manos y me miró fijamente.
Por todos mis muertos.
Debido a las luces de colores no alcanzaba a distinguir si sus ojos eran azules o verdes, ¿o acaso grises? Tenía cejas gruesas y cabello castaño, pero era jodidamente guapo, y cuando digo guapo no es sólo guapo, este chico es perfecto.
¿Por qué un chico así estaba tan cerca mío? Ahora me sentía nerviosa. Nerviosa y aturdida.
Debería estar enojada por la manera en que se me acercó, incluso lo más normal sería que le propinara una buena cachetada, pero ni de coña iba a arruinar ese bello rostro así. Una nariz perfilada, unos labios gruesos y una barba recién rasurada le daban un toque muy varonil. No sé por cuánto tiempo estuvimos así, mirándonos, yo embobada en su hermosura y él supongo confundiéndome con alguien más por el alcohol. Porque eso era, ¿no?
Jamás en mi vida lo había visto antes, de eso estaba segura, nunca olvidaría la cara de alguien así. No soy del tipo de chica que ve un hombre guapo y corre babeando por él o le coquetea, por lo general cuando me gustaba alguien sólo me dedicaba a observarlo de lejos, con suerte hablarlo alguna vez por casualidad y terminar siendo su amiga, nada especial. Siempre intentaba disimular mis emociones, todo lo contrario a Sandy, que cada que veía un chico guapo no paraba hasta saber todo de él, hablarle y hacer que la invitara a algún lado, aunque al final casi siempre terminaba aburriéndose de cada uno.
Me hubiera quedado viéndolo por siempre sin quejarme, pero cuando escuché con más claridad las palabras que repetía mientras me veía me sacaron de mi trance.
Mate. Mía.
Lo que me faltaba, un demente.
Retrocedí por instinto. Por muy guapo que estuviera su mirada me veía como si yo fuera lo único que ver en todo el lugar, por alguna extraña manera sentía que sus ojos me transmitían seguridad, calidez y algo más. Pero es un simple extraño, y a juzgar por sus palabras era muy probable que no estuviera al cien en cuanto a sus facultades mentales.
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El Rey soy Yo
WerewolfLiderar toda una raza y a hacer que su mate se quede con él son las dos prioridades de Jacob. Para su clan lo importante es la diversión y que nada le pase al rey. Para este grupo de chicos lobo no será nada sencillo lidiar contra el mal que los a...