Jacob
Como cereza al pastel, resulta que Thomas rentó un coche lo suficientemente grande para que todos entráramos en él, por lo que no tuvimos problemas para transportarnos. La reunión sería dentro de una hora aproximadamente y nos encontrábamos siguiendo la ruta indicada para llegar al lugar de la dichosa conferencia. Damon manejaba aturdido con el tráfico de la ciudad, mientras Thomas le indicaba la ruta para llegar. En cuanto a los demás sólo nos dedicábamos a mirar el exterior.
Algunas casas tenían un estilo antiguo y otras uno muy moderno, pero todas parecían relacionarse entre sí, en los parques se veían niños jugar mientras sus madres los observaban y platicaban entre ellas. Hoy había hecho más frío que ayer, todos en las calles salían con sus gorros y bufandas, bien abrigados, mientras que nosotros a lo mucho nos pusimos camisetas de mangas largas. Punto para los lobos.–Que te dije derecha Damon– Thomas pasó su mano por su cara exasperado. –nunca me haces caso–
–Que dijiste izquierda Thomasin– le contestó Damon.
–AHHHH–
–Thomas, relájate hombre– le habló James
Thomas nos dió una mirada de pocos amigos y volvió a ver la ruta en el teléfono y dando órdenes, él es una persona muy paciente, por lo que cada vez que se enoja es de temerle.
–Caramba hombres, dijeron que llegaríamos en media hora y ya va casi una hora– se quejó Reece.
–El amargado tiene razón– habló por primera vez en todo el camino Roy ganándose una mirada furiosa de parte de Reece.
Después de unos minutos más de pelear por quién tenía la razón en cuanto al camino correcto llegamos, era un edificio alto que a simple vista parecía una empresa cualquiera, por dentro era muy elegante y algunas que otras personas deambulaban en los elevadores y pasillos. Dimos a la chica de la recepción la clave indicada y subimos hasta el último piso, todo tenía un toque de misterio y a medida que subíamos de piso el olor a diferentes especies se iba haciendo presente, vampiros, brujas, hadas, duendes y otros olores que en mi vida había percibido.
Cuando el asesor paró las puertas se abrieron dejándonos ver un largo pasillo por el que unas cuatro o cinco personas caminaban de puerta en puerta, en cuanto salimos una chica muy bajita con muchos papeles en mano se acercó a nosotros algo nerviosa.
Vi de reojo a Reece poner los ojos en blanco ante el evidente nerviosismo de la pobre chica, a lo que sólo le di un leve codazo, lo que menos necesitamos es causar malas impresiones.
Olfateé disimuladamente a la chica, humana.–Emmm– empezó diciendo mientras se ajustaba sus lentes leyendo los papeles en mano. –¿Hombres lobo?– nos miró impresionada y con algo de... ¿miedo?
–Sí– contestó tajante Reece.
Este chico jamás va a cambiar.
–Por aquí, síganme– reaccionó con las mejillas rojas.
Comenzó a caminar por el pasillo mientras nosotros la seguíamos, nos llevó hasta el final donde una gran puerta de madera oscura se encontraba, al abrirla y darnos paso me quedé algo estático con la vista.
Había mucha gente caminando por los alrededores del gran salón, algunos se saludaban entre sí, otros miraban desde sus asientos y algunos bebían de sus copas. Mi nariz se volvía loca con tantos olores en un sólo espacio, pero una cosa era segura: aquel salón apestaba a cosa sobrenatural.
Las hadas ni si quiera se preocupaban por esconder o disfrazar sus orejas puntiagudas, todos se paseaban orgullosos de lo que son, los vampiros incluso parecían lucir orgullosos su pálida piel. Algo que sí era muy notorio era la división de cada especie, cada quien platicaba con el suyo, a simple vista se apreciaban los grupos, pocas veces se mezclaban entre sí, de vez en cuando para intercambiar palabras formales y saludos.
–Odio que haya tanta gente–
–¿Puedes por una vez en la vida no quejarte de algo Recce?– le reprendió Damon
–No–
La chica de los papeles nos brindó una última mirada antes de retirarse por la misma puerta que entramos, dejándonos con otra chica más alta, rubia y con buenas curvas. De inmediato los chicos alzaron las cejas y se mostraron más amables, excepto Reece, a ese tipo nada lo cambia de humor.
La rubia nos guió por todo el salón hasta nuestros asientos, donde me indicó mi lugar como representante de los hombres lobo y a los chicos atrás de mí. A nuestra izquierda estaban las brujas y a la derecha las hadas.Se escuchó una voz resonar por las bocinas en los extremos del salón.
–Atención, especies, primera llamada. ¿Falta alguna?– cuestionó la voz.
–Los malditos demonios– gritó alguien.
–Siempre hacen lo mismo todos los años– se quejó alguien más.
Volteé a ver de reojo a Reece, que sólo se limitó a encogerse de hombros, claramente desinteresado.
La mate del padre de Reece fue un demonio que conoció por simple casualidad, ambos se enamoraron y todos los hombres lobo se escandalizaron de tal unión, mi padre ayudó mucho a calmar a las manadas para que no protestaran o se opusieran. Es muy bien sabido el carácter de los demonios, jamás los lograrás ver felices o sonriendo, tienen muy poco humor y por lo general son personas solitarias; si eres alguien inteligente, jamás te meterás con uno, a menos que sea tu mate.
Cuando Reece nació su madre no resistió el parto, lo que Reece sabe es que su cuerpo se secó a tal grado que no había más vida en ella, desde entonces su padre se hizo cargo de él solo, jamás volvió a casarse y crió a su hijo con mucho amor; pero Reece nació siendo mitad lobo y mitad demonio, por ello su personalidad tan difícil, aunque empeoró cuando cumplió 15 años, al parecer su demonio empezó a atormentarlo más y a hacer su temperamento más difícil, pero sigue siento nuestro amigo y en cada cosa lo hemos apoyado, me siento muy orgulloso de que a pesar de su naturaleza sea alguien bueno, sé que lo es.Las puertas de abren de par en par dejando entrar a un grupo de personas con cara de pocos amigos, todos hombres. Caminan y se abren paso entre las personas sin pedir permiso y se sientan en sus respectivos asientos. Demonios.
–Bien, ahora que estamos completos podemos comenzar– habló la misma voz de hace unos instantes. –comencemos...–
–Esto va a ser aburrido como la mierda–
–Reece– le susurro. –por favor, sólo por hoy, permanece en silencio–
Me fulmina con la mirada pero asiente desinteresado.
–Les agradezco su presencia a cada uno de ustedes, no están aquí por casualidad, están aquí porque han sido elegidos para representar a su especie, con honor...–
–Me obligaron– se queja Reece.
–... y como saben, desde hace más de 500 años todos nosotros hemos encontrado la manera de convivir en armonía los unos con los otros, dejando de lado diferencias y problemas del pasado, dando paso al diálogo para resolver los conflictos. Sin más por el momento, doy por inaugurada una vez más la Reunión Internacional de Especies Sobrenaturales– concluyó la voz, que provenía de un hombre calvo chaparrito al fondo del escenario.
Reece tenía razón, esto será aburrido.
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Holaaaaa!! Les quería agradecer que me estén leyendo, sé que ahora los capítulos no son tan extensos o entretenidos, pero trato de ponerlos en contexto y que queden en claro cosas que en futuro se necesitarán. Los amo ♡
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El Rey soy Yo
WerewolfLiderar toda una raza y a hacer que su mate se quede con él son las dos prioridades de Jacob. Para su clan lo importante es la diversión y que nada le pase al rey. Para este grupo de chicos lobo no será nada sencillo lidiar contra el mal que los a...