Capítulo 9

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Jacob
No tengo ni la más mínima idea de cómo voy a explicarle a Jude todo mi mundo, la mayoría de nuestras mates son mujeres lobo también, no es que me moleste que ella sea humana, pero me preocupa todos los cambios que su vida tendrá, me preocupa que no entienda y entre en negación o algo parecido, sé que por ser humana ella no siente la misma atracción que yo hacia ella, pero me encargaré de ganarme su amor.

–Hombre, sólo déjalo estar y ya– Roy entra a la cocina y se sirve un vaso de leche– sé tú mismo, después de todo son almas gemelas y están destinados a estar juntos–

Sus palabras me tranquilizan un momento y me dejan pensando, mientras los demás chicos bajan y desayunamos todos espero a que sea una hora más prudente para llamarla y quedar en algún sitio que dejo que ella escoja.

***

–Creí que no vendrías– en serio lo creí.

–Lo dudé por un momento– coloca un mechón de su cabello lentamente detrás de su oreja, su dulce aroma inunda mis fosas nasales y siento su nerviosismo. –además, me has caído bien y creo que sí me debes una explicación a lo de anoche... Jacob–

Bien, aquí vamos.

Entramos a un pequeño café que luce acogedor, siento su piel erizarse por el frío y tengo unas ganas tremendas de abrazarla pero eso no sería lo más prudente ahora. Lo que menos quiero es asustarla y que se aleje de mí.

–Siéndote sincero, no sé por dónde empezar–

–¿Te drogas?– suelta de repente y me mira divertida.

KHE

No– respondo inmediatamente. –de hecho creo que es más complicado que eso–

Veo sus cejas ceñirse y sé que tiene curiosidad.

–¿En qué crees, Jude?– suelto sin pensar.

Se queda pensando unos instantes y cuando pienso que no va a responder lo hace. –En lo que veo y lo que tiene fundamento– dice más para sí misma que para contestarme. –pero si te refieres a creencias religiosas no las tengo como tal, no creo mucho en dioses y cosas divinas, ya sabes–

Excelente.

–¿Y tú?– ahora me cuestiona a mí.

–Creo en lo que veo también, pero estoy abierto a cualquier tipo de cosas a suceder, ¿tú no?–

–Bueno sí...– toma un poco de su café. Se ve realmente hermosa. –¿por qué hablamos de esto?– inquiere con diversión.

No creo que lo mejor sea decirle de golpe que soy el rey de los hombres lobo y ella mi mate y que debe irse conmigo a ser felices, pero tampoco es que tenga todo el tiempo del mundo, mis labores como futuro rey me esperan en el reino.

Seguimos hablando por un rato más hasta que me dijo que debía ir a casa o sus hermanos se preocuparían. Sentí el deseo de quedarme con ella pero lo reprimí e intenté despedirme lo más relajado posible, no sin antes pedirle que me dejara verla nuevamente mañana, a lo que esta vez aceptó gustosa, puntos para mí.

Resulta que tiene 18 años y vive con sus dos hermanos mayores, la chica de ayer con la que estaba es su mejor amiga y el otro era un amigo también pero interesado en su amiga, bien por el chico. Sus padres fallecieron cuando ella tenía 12 y desde entonces sus hermanos se hicieron cargo de ella, pude notar por la forma en que hablaba del mayor que siente una gran admiración por él.

***

Jude
–Es un SOL– grité eufórica al teléfono.

–Sí pero no tienes que dejarme sorda, caray–

–Es que no puedo, Sandy. Es tan dulce, atento... y guapo– suspiré y comencé a caminar por todo el cuarto– siento que lo conozco de toda la vida, es extraño sabes, siento una atracción muy fuerte por él–

–Lo conociste anoche, boba. ¿No es muy pronto para que pienses de esa manera? Además, tú eres super seria y pura, este chico debe ser especial como para que hables así de él–

¿Qué le sucedía? Se supone que debería alegrarse conmigo, desde anoche estuvo muy rara.

–Sandías please– escuché su bufido en reacción a su apodo. –me contó de sus amigos que los conoce desde pequeños y que vive en otro continente, tiene 20 y trabaja para su padre, es un sueño de chico, te lo juro–

–Si tú lo dices–

–Y lo veré mañana de nuevo–

–Aguarda, si dices que vive en otro continente, ¿por qué está aquí?–

–Negocios de su padre, aunque...– aquí viene la parte mala. –no me lo dijo con exactitud, pero no vive aquí, supongo que se irá en un tiempo, no sé cuándo en realidad–

–Ahí lo tienes, deja de hacerte falsas ilusiones, el chico se irá pronto y seguramente te quiere para pasar el rato–

Sentí el odio en sus palabras y también me enojé. –ERES MI AMIGA, se supone que deberías apoyarme, acepto que me des consejos pero, ¿cuál es tu necesidad de hacerme sentir mal?–

–Te molesta la verdad, Jud. Contra eso poco puedo hacer, te llamo después, suerte con tu chico extranjero– y me colgó.

Me duelen sus palabras, si otra persona equis me lo hubiera dicho seguramente no le tomaría importancia, pero de ella... que es prácticamente mi hermana, me cala mucho. Tal vez no está teniendo un buen día.

***

–TANTITA MADRE, ETHAN– grité.

–Baja la voz, JJ– me replicó él.

¿Acaso no era consiente de su situación y aspecto? Porque yo sí. –Te acabaste toda la comida y hueles a tierra, estás sucio y tu mirada me asusta, si no te hubiera reconocido créeme que ya estuviera llamando a la policía...– Iba a decirle un montón de cosas más y a pedirle explicaciones si no hubiese sido porque Erick entró a casa y se quedó pasmado en el umbral de la puerta cuando vió a nuestro hermano.

–¿Qué pasó, Ethan?– fue lo único que dijo.

–Nos encontraron– dijo casi en un susurro.

¿Quién nos encontró? –¿Se puede saber de qué hablan?– me puse en medio de ambos para que me hicieran caso, esos dos parecían estar teniendo una charla mental o algo por el estilo. El aire en el ambiente se sentía sumamente raro, yo no entendía nada pero mis hermanos lucían como entenderlo todo.

Erick salió de su trance y me miró pestañeando varias veces. –Jude, sube a tu cuarto– ¿y a este qué le pasa?

–Somos una familia, claramente algo está pasando aquí...–

–Jude, obedece a Erick– me interrumpió Ethan dejándome helada, jamás en mi vida había escuchado ese tono en su voz, tan calmado y frío, pero con tanta demanda. –ve a tu cuarto, todo estará bien, lo prometo JJ–

–Yo no necesito ir a mi cuarto, yo necesito respuestas– inquirí molesta. Miré a ambos pero ninguno respondió, molestándome aún más, están en plan de mandones y sé perfectamente que no voy a conseguir nada ahora, me voy.

Me aseguré de que vieran mi mirada de perfecta molestia y furia, para luego subir a mi cuarto dando un portazo.

Algo pasa, otra vez... y no me lo van a decir como siempre. Me dirán después que todo está bien y que no era nada de qué preocuparse, saldrán mucho de noche y volverán en la madrugada, después de un tiempo todo volverá a la normalidad. Siempre pasa y estoy harta porque sé que algo sí pasa y no me quieren decir.

Pero ya no soy una niña manipulable, voy a averiguar qué se traen entre manos esos dos, o me dejo de llamar Jude Jones.

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Hola bellos. Probablemente ya no estén aquí pero escribo porque tengo demasiadas ideas y me gusta hacerlo, si leen esto quiero prometerles que esta vez actualizaré mucho más seguido, lo más seguido que la escuela me permita. ¿Qué creen que les esconden sus hermanos a Jude? Es muy obvio pero todo puede pasar. Pobre Jacob, no sabe cómo decirle todo a Jude.

El Rey soy YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora