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Meses atrás... Kovalev.

El auto condujo de madrugada por todo el sendero, no había nadie por la ruta que este había decidido tomar ya que parecía una autopista enorme para el unico coche que conducía por esta, como si fuera únicamente para nosotros. En mis manos balanceo mi celular con una pregunta en mente -¿Que debería hacer?- Lo sujeto como si fuese lo último que me anclará a la esperanza de que el chófer se de cuenta que debe dar vuelta.

Intento llamar a Josh ya qué es el único que viene a mi mente, se que me ayudara si me escucha, pero no funciona, mi celular corta la llamada al instante, y me doy cuenta de que no tiene señal, respiró hondo frustrada pero el aparato me obliga a arrojarlo por la ventanilla con furia, al sufrir una sobrecarga eléctrica que lo vuelve obsoleto al instante    - Sin explicación se queman sus circuitos y hace corto al instante en que intento pedir ayuda- Mis manos arden al hacer contacto con este, pero no es nada comparado con la frustración que siento, por lo que solo lo escucho estallar al impactarse con el asfalto. Matando con el lo poco que me quedaba.

A medida que avanzabamos el frío incrementaba, copos de nieve empezaban a ser visibles por la ventana mientras un bosque helado se extendía a kilómetros por la derecha, mi respiración empezaba a ser visible por el vaho al empañar la venta, me gire y pase de derecha a izquierda, por el otro lado se encontraba un enorme lago conegalado el cual dejaba visibles unos riscos de montañas bañanadas en blanco.

Mire al frente y el conductor parecía reírse debido a mi comportamiento, saltaba de una ventana a otra con Ney, observando el paisaje que al parecer toda mi vida había buscado, pero no era hasta hoy que mis ojos lo veian.

Una aurora de colores tan vivos iluminaba el cielo mientras el vehículo incrementaba su velocidad, este aceleraba desenfrenada mente para la carretera llena de escarcha por la que íbamos, me pego en el asiento y sujeto a Ney con fuerza, mi vista no se despega del camino adelante y descubro algo que me hace estallar al instante.

-¡¿Que diablos hace?! *Miró atravez de las ventanas polarizadas Y el hermoso bosque de fantasía ha quedado atras* ¡Hey!

El hombre pisa hasta el fondo en el acelerador, el motor ruge mientras las llantas patinan inestables, estamos en un puente helevadiso a medio construir, los barrotes se tuersen, muchos pedazos están en el hielo, el concreto con el que lo levantaron esta cuarteado, grietas enormes se abren sus propios caminos en la estructura, la cual solamente suelta un chillido cuanto avanzamos sobre esta.

La estructura se cae a pedazos al igual que mi mente, sigo gritándole al sujeto que se detenga pero este solo se gira una vez y me dice "No". Me hago pequeña en el asiento mientras cuento los segundos restantes para que caigamos al vacío, miro por la ventana una última vez y la luz de la aurora destella más fuerte que nunca - Es hermoso... Es lo último que espere ver... Pero es demasiado pronto--

-¡Ney! ¡Perdomame! *La abrazo tan fuerte como puedo y solo me restan tres números en mi mente* ¡No, por favor!

Grito con desesperación por última vez, mi estómago se encoge a tal punto en que podría desaparecer junto al asiento de piel, Ney se enrrolla en Si misma y me mira con unos ojos claros, parece no culparme por traerla a morir, pero ni yo tengo mente para culpar a alguien cuando se que todo se ha acabado...

3 segundos...

2 segundos...


1 segundo...


.

Cierro los ojos con fuerza y grito, el auto aún no cae en picada mas en cuestión de segundos lo hará, estamos suspendidos en el aire y solamente siento como mi mente está por colapsar, mi cuerpo se tensa y decir que mis uñas quedaran marcadas en los asientos es poco, el momento se siente eterno aunque sean solo segundos. Miro en frente y solo veo una caída. Una caída de metros y mi muerte sigue más adelante.

No eres el chico buenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora