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Meses atrás... Iustum.

-Así que finalmente, Adhara Jones...O eso he escuchado.

Hace poco baje del auto y pise por primera vez la piedra lisa, acomode mi cabello recogiendo lo en un chongo despeinado que luce bien dejando algunos cadejos sueltos, me puse un poco presentable, pero no hay mucho que decir debido a que cubro mi hombligo con la chamarra que traia puesta, - No quiero que mi figura se resalte del todo, pero siento que luzco un tanto sexy y joder negar que me siento algo rebelde y en confianza seria mentira--mis jeans y mis botas siguen intactos, aunque no negare que luzco aceptable y mona, con eso me basta.

Baja veloz y toma mi maleta, aprieto con más fuerza el lazo de correa que Ney usa cuando esté me hecha una mirada de abajo a arriba - Madre cuando menos le cause una buena impresión, pero el descaro no tiene precio-, este toma mi otra mano y sonrie amable, pero no pasa mucho para que me jale peligrosamente, me toma de la cintura y me abraza, siento como aspira mi aroma desde mi cuello - Algo inesperado y en verdad hace estremecer--y me besa en una mejilla de una manera dulce que me hace sonrrojar, es una especie de dulce amargo, por un lado el deseo inquebrantable y por otro la cordura y los modales con los que debe dirigirse. Es una línea muy delgada entre ambos y yo solo me pregunto hacia qué lado se romperá.

-Jonathan Kovalev.

Finalmente se separa de mi y nos conduce al interior. La puerta con un vitral de colores se abre y nos deja en a la vista de una sala de estar marrón con cojines cereza, paredez blancas como azúcar, no hay espejos pero si pinturas, hay seis alrededor de personas pintadas en ellas tres en la izquierda y tres en el muro frente a nosotros, a la derecha continua la estructura y como había acertado conduce a dos puertas de fierro grueso de tonalidad gris, a un costado de esta hay otro hombre uniformado pero solo viste de traje, su cabello es negro su postura rígida, sigo el metal y me doy cuenta incluso de que en su composición el acero ha sido torsido formando espirales Y Finalmente en el centro hay un escudo en el cual se leen las palabras que pensé que jamás vería.

-Iustum... *Balbuceo al ser justo las palabras que me ha dicho el chófer anteriormente *

-Derecho, en Latin, la clase es una pena que agradezco me sacaras de ahí *Se encoge de hombros Y Yo lo miró confundida*

-Sacarte... ¿De tu clase? ¿Que broma mal hecha me juegas? *Me rio y solo niego con la cabeza, es de madrugada, las cuatro para ser exacta ¿Y el cree que me pasare su historia? pero este parece confundido *

-Ya veras... *Se acerca y baja hasta quedar a mi altura, donde susurra a mi oido* Eso no es todo, si lo quieres ver como un juego soy el mejor jugador, así que espero puedas acostumbrarte a la idea Kovalev.

Me llama por su apellido y solo siento una carga eléctrizante recorriendo mi espalda entera. Pongo mi mano un su pecho y lo alejó lentamente de mi hasta que mi brazo queda completamente firme, le tiro una sonrisa traviesa ya que su tono en nada fue inocente y finalmente sale de mi.

-Me dijeron que no debía desobedecer te... *Dejo que las palabras tengan su impacto, se que en su mente hay otra escena cuando sus ojos se encienden pero es aquí donde lo dejo en frío y sigo mi camino a la puerta que este señalo* Pero te han contado mal de mi si crees que será así. Así que jugador estrella ¿Piensas seguir en tu papel de Casanova patán? ¿O seguimos adelante?

-*Se rie a mis espaldas y siento como su mirada se clava en mi al verme caminar* Ya pronto sabrás con quien juegas... Y entonces no te pasaras de lista.

Entramos y quedo perpleja debido a la estructura interna, en la pared de paladio blanca se encontraban líneas curvas de tonalidades azul marino A azul claro, las cuales viajaban por todos los muros entre círculos negros y grises, había ventanales que quedaban enfrente con separación de una columna de madera donde repozaba un bonzai rosa, la vista que daba era hermosa dejando ver un bosque iluminado, entre los árboles podía apreciar varios destellos de tonos dorados, púrpuras, azules y rosados, había un camino de madera bordeado por piedras blancas que conducían hasta el castillo, mientras el techo del pasillo era de un estilo "dos aguas" de madera sobre vigas del mismo material en tonalidad gris, del techo las lámparas colgantes en eran metálicas en forma de diamante, dando así un ambiente moderno y rústico que contrastaba a la perfección.

-¿Y tu piensas quedarte ahí? ¿O seguirás al chico por el que babeas? *Me sonrie burlona mente y empieza a caminar en dirección contraria al pasillo que indica ir al castillo.

-No estas tan bueno. *Digo molesta aunque ni yo lo creo*

-Y aun así te sonrrojas.

-Eres tan...

-¿Sexy? *Me interrumpe *

-¿Molesto?* Le miró retadora*

Este abre la puerta al final del pasillo y nos encontramos con una sección bastante rara, hay un lago en esta sección del lugar y alrededor de este hay seis casas colocadas alrededor del agua, no puedo evitar tener frío y eso me molesta, el lo nota al instante pero no lo noto hasta que siento su saco en mis hombros, lo ha hecho tan rápido como en un pestañeo que ni siquiera puedo replicar.

-¿No lo quieres? *Me mira divertido ya que es obvio que no quiero quitármelo. *

-¿Cuando me deshago de tu encanto? *Digo irónica tratando de molestarlo*

Este solo se rie y salta entre los troncos de árbol colocados en el camino hasta llegar a una casa con su propia barda y reja volviendo la privada sin saltar el hecho de que equivale a cuatro veces mi casa, - y eso es poco-

Este sonrie y me jala del brazo para conducir me al interior, no tengo tiempo ni de respirar cuando de un instante a otro me encuentro en una habitación desalojada con el a mi lado, Ney ha desaparecido al igual que su correa de entre mis manos, me mareo pero el evita que caiga, siento todo al rededor borroso y no me explico como se cedió, pareció ser como volar de un instante a otro, dejar un lugar y aparecer en otro totalmente distinto.

-Pará tu suerte, viviré contigo...

Dice y avienta mi maleta en la cama, las sábanas crema esponjosas en las que rebota no solo reciben a la maleta ya que no pasa mucho para que el me empuje en esta y se coloque sobre de mi. Yo se que hace y no tengo que hacerle la pregunta, pero parece un instinto querer decirle que no, hago un esfuerzo pero no funciona, siento que el tiene la fuerza de cien hombres y yo no soy nada, forsejeo y este rie por mi intento pobre y fracasado.

-Así que... Aun no eres revelada... Ahora entiendo la razón de tu aroma... Tan embriagante... Aun corre sangre por tus venas.

Siento su respiración en mi cuello y el como mi corazón se acelera y palpita, no comprendo lo que dice pero este parece no tener control ni intenciónes de detenerse, baja el cierre de mi chamarra y en aquel instante no puedo evitar recordarlo a el... Sus ojos azules inundan mi mente, su sonrisa me lleva a otra realidad, y solo esta el ahi. Jonathan deja la marca que me ha hecho ese demonio sin nombre al descubierto, y se pone furioso en cuanto sus ojos se posan en esta.

-¿Quien te hizo eso?* La toca y esta me hace gritar del dolor que siento* ¡No puede ser! ...

-¡Yo digo lo mismo Jonathan!

No es mi voz, pero son las palabras que habría querido decir, más estas provienen de una voz femenina que está parada furiosa en la puerta.

-Carrie...

Dice el y mi corazón se detiene.

Problemas...

No eres el chico buenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora