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Meses atrás... Cole Reed.

En otro lado...

Lo escucho abrir la puerta tan descarado, tan molesto, no lo miro, la casa está en penumbras, estoy harta de pensar que tengo el dedo en el gatillo, pero esta vez es cuando creo que ha válido la pena... Si su cabeza estaba detrás de esa arma.

Hay vidrios de botellas por toda la cocina, incluso rompí un bombillo del techo, la casa está hecha un desastre pero ¿Que mas da? El vino incluso ahora sabe mas amargo con el caminando tan tranquilo por el lugar, hasta llegar a mi lado no puedo verlo debido a que esta a mi espalda, pero el muy engreído se atreve a tomar mi colilla y apagarla en el cenicero de vidrio a mi derecha.

-No estas invitado. *Digo terminando de apagar el cigarro deseando que fuera su mano en la que lo estoy apagando*

-Y aun así... Ya estoy aqui.*Me sonríe y se dirige a la cafetera, se sirve una taza retador para despues sentarse en la barra y beberla a fondo de un sorbo* No se como decírtelo, pero te lo he dicho ¿o no?

Dice relajado, casi a risas mientras niega con la cabeza y deja la taza en el fregadero que esta a su izquierda, me mira pero no dice otra palabra, se que se esta vengando y vaya que lo está disfrutando. Es tan divertido el hecho de que yo solía acabar con vidas siendo una experta al apuntar y jalar el gatillo, pero el... Un idiota de veinte terminó con la vida que tenía con solo aparecer.

-Y yo te he dicho que tu cabeza rodará ¿O no? *Tomó el cuchillo de la mesa y lo lanzó, este le pasa rozando su bello rostro Que Me resulta tan odioso y finalmente se atora en el muro justo a dos dedos de su cabeza* Deseo hacerlo tanto... Pero no tendría caso, solo mancharia mi casa con tu sangre* me rio y tomo de la copa de vino * Yo gane Reed.

El saca el cuchillo y lo clava en la mesa en cuanto hago mención de su apellido, tiene el derecho a estar furioso pero solo conmigo, probablemente si lo arruine, pero ella no tiene que ser parte de esto.

-¡No tienes derecho! *Me mira furioso y veo esos colmillos lobunos aparecer, Sus ojos se comienzan a tornar azules y sus mechones comienzan a iluminarse, podría decir que aún no se controla, pero parece calmarse, sacude su cabello y cierra los ojos con fuerza, da una vuelta por la cocina y finalmente vuelve a hablar* Tu mejor que nadie sabe que acabaste con eso... Y ahora enviaste...

-¡No! * Me pongo de pie y grito*

-Enviaste a tu querida...

-¡Callate! *Insisto, se lo que dirá y esas palabras simplemente no las soporto*

-A tu querida sobrina a mi. *Me regresa el golpe con una sonrisa de lado, el ganó, sabe donde está * Hasta nunca Renice.

Camina hasta estar a mi lado y mirarme únicamente de reojo, sabe que con esas palabras me ha hecho pedazos, me mata lento y lo disfruta, como romperme hueso por hueso.

-¿Porque estas aquí? *Es lo único que suelto mientras miro un punto en el suelo* ¿Porque estas aquí en realidad?

-Pará advertirte que no vuelvas a intervenir... *Sus ojos arden y se clavan en mi* Sabes cuales son sus dos opciones...

-¿Y en verdad te importa? *Suelto un respingo y bufo molesta*

-No soy como tu, no creo en sangre por sangre... Si eso te basta, me importa lo que ella significa.

No dice mas y me deja ahí, parada, sumergida en mi propia oscuridad, en mis propios demonios que yo misma traje hasta mi puerta, y finalmente han logrado pasar con el.

Eres mi mayor demonio Cole Reed, antes no eras nada, no significabas una amenaza, un simple chachorro de una manada y ahora tienes incluso el poder de invadir en mi vida. Incluso ahora haces que me torture cuestionandome...

No eres el chico buenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora