Aclaración: Este capítulo formará parte de una historia sobre esta pareja que ya está publicada en el perfil y que comenzaré a subir en febrero.
-Muchas gracias por todo lo que has hecho por mi esta noche-Le dijo y ambos clavaron sus ojos en los de el otro. Se perdieron en esas miradas tan profundas que reflejaban tanto...
-Gracias a ti, Maura, por permitirme acompañarte-Él le sonríe y ella alterna su mirada entre sus ojos y sus labios.
Se acercan lentamente, como si el mundo estuviera dando vuelta en cámara lenta, hasta llegar a respirar el mismo aire. Saben que está mal pero no pueden evitar que pase, ambos lo desean.
Maura posa sus labios en los de Ángel, en un beso tierno.
Se olvidan de todo, de lo que pasa a su alrededor, de su realidad, nada de eso importa en ese beso...
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-Hace años que no vengo a un hotel para esto-Dice con una sonrisa. Angelito roza sus labios con los de Maura, como si estuviera provocandola.
-Yo tampoco-Susurra para luego besarla.
Un beso que comenzó lento pero que, poco a poco, fue subiendo de tono. Entrelazan sus lenguas, mientras sus manos no se quedan quietas.
Maura abre botón por botón, con la paciencia del mundo, la camisa de Ángel. Luego Él retira el vestido color vino que ella se había puesto para la ocasión, para posteriormente bajar con sus besos por el cuello de ella. Ambos se quitan los zapatos. Ángel se desabrocha el pantalón para dejarlo caer y toma a Maura entre sus brazos, mientras que ella rodea su cintura con sus piernas, para luego depositarla en la cama y subirse arriba de ella.
Le quita el sostén y con ellos caen las dudas que Maura tenía, ya no había vuelta atrás. Él baja sus besos por su cuello hasta llegar a sus pechos, donde deposita tiernos besos para luego llevarse un pezón a la boca, haciéndola gemir incontrolablemente. Era música para sus oídos, hace muchos años que no lo hacía y lo había extrañado.
Alternó su boca entre uno y otro pezón para degustar de ambos con su lengua hasta dejarlos convertidos en piedritas.
Continuó el camino de besos hasta llegar a su parte íntima y depositó un suave pero caliente beso ahí, que aún estaba cubierta por la ropa. Terminó por quitar la última prenda que cubría su desnudez y lo mismo hizo con la de Él, para luego comenzar a penetrarla lentamente.
La trataba como si fuera de porcelana, como si se fuera a romper. Eso le encantaba, era la primera vez en mucho tiempo que le hacían sentir tan especial. Besa sus labios con desesperación, acaricia su espalda y clava sus uñas en ellas. Necesitaba sentirlo.
Las penetraciones comienzan a subir de tono y se vuelven cada vez más rápidas.
-¡Por Diós!-Maura gime sin censura.
El clímax se desata como una ola de agua para apagar el incendio que estaban sintiendo, ambos gimen el nombre del otro y Él se deja caer sobre ella, por un momento. Maura reparte cortos besos por todo su pecho...
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-¿Dónde está mi mamá?-Pregunta Marina a su padre que mira la pequeña torta con tristeza.
Habían organizado una fiesta, luego de que Alondra le recordara que hoy era el cumpleaños de su mujer, pero ella no aparecía. Ya era tarde y eso le preocupaba a Federico, pero por más que le mandaba mensajes ella no se los respondía.
-No tengo la menor idea, ¿Le mandaste mensaje a tu hermana?
-Si, pero aún no me respondió.
En la reunión se encontraban Alondra, Esther, Julián con sus padres, Marina y Federico, pero de Maura ni sus luces.
