No te puedo amar...

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Cap 5

Se hizo de día, por fin, después de esa noche que tuve, la mañana fue buena, hasta que...

Capataz: T/n...-gritó enfurecido en medio de todos.

T/n: Soy yo.

Capataz: Esclava estúpida, debiste cuidar de tu siembra.

T/n: Ha ocurrido algo?

Capataz: Y aún lo preguntas?

T/n: Es que no sé qué ha pasado.

Capataz: Pasa que no cuidarse de tus cultivos.

T/n: Y lo hice.

Capataz: No te pregunté.-seguía gritando.-Las plagas se han apoderado de tu plantación y en poco tiempo arrasará con las otras.-me agarró del cabello.

T/n: Disculpe, no se repetirá.-me dolía mucho la cabeza a causa de que agarrara bruscamente mi cabello y rogué porque me disculpara.

Capataz: Te mereces unos azotazos por no hacer bien tu trabajo.

Me arrojó al suelo y sacó el azote, lo batió en el aire frente a todos y de momento, mi espalda dolió y me ardió a no dar más, pues me había azotado.

POR JK...

Esta mañana voy a buscar a T/n para ayudarla en su trabajo. Desde que estoy desayunando escucho los gritos del capataz, no muy entendibles sus palabras, por lo que no le tomé importancia.

Me miré en el espejo un par de veces, me gusta verme bien para T/n, porque ella siempre se ve hermosa cada día.

Salí de la casa y me dirigí a las plantaciones de T/n, pero en el camino, veo al capataz con el azote en mano y alguien en el suelo. No pude distinguir la cara de la persona, pero el cuerpo, era de una mujer.

JK: No, T/n...-susurré entre labios al darle cuanta de que era ella.

Tarde para mí, el capataz dio su primer azote, me acerqué corriendo hasta allí, ella se retorcía en el suelo y del impacto del azote en su espalda, había roto su blusa y dejando al descubierto su blanca espalda con una marca del azote recibido.

JK: Cómo se le ocurre azotarla y más siendo mujer?-golpeé a puño cerrado al capataz, tirándolo al suelo.

Capataz: Sus plantaciones se llenaron de plagas.

JK: Yo también soy responsable de las plantaciones al igual que ella, porque siempre la ayudo y no fue su culpa.-lo seguí golpeando mientras le gritaba.

T/n: Déjalo JungKook, por favor.

La voz opacada de T/n se escuchó detrás de mí. Ella seguía en el suelo, con lágrimas en sus ojos y pálida sin fuerzas para levantarse.

JK: T/n, tranquila, todo estará bien.-me acerqué a ella y la cargué delicadamente en mis brazos de forma que no lastimara su herida.

La llevé en brazos hasta mi habitación, donde la recosté de lado en mi cama.

JK: T/n, para curarte debo de quitarte la blusa, o se infectará.

T/n: No, no lo hagas.

JK: No te haré daño, solo quiero curarte.

Aunque se negó, quité su blusa, y ella se cubría el pecho, pero no me interesaba mirarle ahí. Me centré en su espalda, y una lágrima salió de mis ojos al ver esa piel tan hermosa y blanca con una marca de azote y me llené de impotencia por no haberla protegido bien.

Me llené de rabia, que se pudran las plantaciones si es posible, pero que no le vuelvan a hacer daño.

JK: Ahora te voy a echar alcohol para que no se infecte.-le extendí mi mano.-Toma mi mano y apriétala fuerte si te duele mucho.

Ella tomó mi mano, y aunque el algodón que rocé por la herida estaba a penas untado con alcohol, ella apretaba mi mano con mucha fuerza y lloraba del ardor, pero nunca gritó.

Ella es la chica más fuerte que he conocido, que aún después de recibir una azotazo puede resistir el ardor sin soltar un solo grito.

Terminé de curarla y estaba muy sucia por las horribles condiciones de vida que tiene y aunque siempre se baña, en las barracas hay muy poca higiene.

Mandé a una de las mucamas a que la ayudara a darse un baño y a otra la envié al pueblo para que comprara una ropa cómoda para ella.

Todo se hizo tal cual mis órdenes, pues inmediatamente todo estaba listo y T/n bañada y con un vestido hogareño que no lastimaba su herida.

T/n: Ya tengo que irme.-dice dando una reverencia.

JK: No lo hagas, quédate, estás herida.-le supliqué.

T/n: Disculpa, sé que me has ayudado mucho en este tiempo y de verdad que te lo agradezco, pero no me gusta estar cerca tuyo, porque eres parte de estas personas que solo explotan a las otras.

JK: Deja eso T/n, yo intento demostrarte que soy diferente, pero no pones mí una gota de interés en las cosas que hago.

T/n: Sí lo hago, y porque lo hago, sé que tu padre se molesta cuando lo haces, por eso quiero irme.

JK: Te preocupas por mí?

T/n: No, es que luego tu padre toma represarías contra los esclavos y no quiero que eso pase.

JK: Eso no pasará.

T/n: Quiero que entiendas esto. Por más muestras que me des de que no eres cómo los demás, nunca me llegarás a gustar, no puedo quererte.

JK: Por qué?

Esclava Predestinada.* JK y TnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora