Cap 25
Él tomó en sus manos no rostro y lo acercó al de él, unió nuestros labios con la delicadeza y sencillez con la que sólo él puede hacerlo. Comenzó por un simple roce de labios, que fue teniendo profundidad con el paso del tiempo.
JK: Tus labios, tus besos, no cambian. Te amo.
Avergonzada por lo que ordené a que hiciera, cogí todas mis cosas y entré a la casa sin decir más. Tras cerrar la puerta, me deslicé por esta, hasta llegar al suelo, y lloré, tanto, que pensé que no pararía.
Me había prometido que lo alejaría, que lo mantendría a millones de km de distancia, pero no lo logro y ahora después de lo sucedido, menos, ahora, se me dificultaron más las cosas.
Al día siguiente, a penas y si pude levantarme de mi cama. Estaba agotada de tanto llorar, y con los ojos tan hinchados, que casi ni los sentía al pestañear.
No sé ni cómo tuve las fuerzas de ir a la agencia, pero fui, y estuve en mi oficina pocos minutos, pues recordé que tenía que llevarle unos papeles a JK, que debí dárselos hace tiempo, pero se me había olvidado.
Toqué la puerta de su oficina, y cuando él dio permiso para que pasara, me posicioné delante de él, y esperé a que levantara la mirada.
T/n: Te traje los papeles que enviaron los Japoneses, al parecer necesitan...-me interrumpe.
JK: Porqué tienes tus ojos tan hinchados?-toma asiento.
Buscó una silla para mí, me senté y él se agachó a mi altura.
JK: Linda, estuviste llorando?-acarició mi rostro y miró con dulzura.
Las dichosas hormonas maternas siempre me están tendiendo trampas. Ahora no pudo evitar llorar, simplemente, las lágrimas salían de mis ojos.
JK: Hey, T/n, qué ocurre?-secaba mis lágrimas.
T/n: Aléjate de mí, hazlo.-sollozaba.
JK: No digas eso, sabes que no lo haré. Te amo.
T/n: Estoy cansada de esa palabra. Te amo, te amo, te amo, qué significado tiene cuando has sufrido tanto?
JK: Quieres que sufra por ti? Sabes que lo hago. Las caricias son muy fáciles y no demuestran nada; la única verdadera prueba de amor que puede darse al otro, es la de sufrir en su lugar. Dame tus sufrimientos, tus penas, sufriré por ti.
T/n: Acaso no te cansas de sufrir? Te parece divertido eso?
JK: No, pero si es por ti, vale la pena.
T/n: Ya no quiero sufrir, estoy cansada de eso. Por favor, déjame en paz.
JK: No sé si soy egoísta, pero no me importa nada, solo quiero estar contigo. No me cansaré de amarte, eso lo sé, por eso no te dejaré ir, porque será en ese momento en el que sufriremos más.
POR TAE...
Estoy en mi apartamento, con Vanessa, que ahora está poniendo sus ropas en el closet, y la estoy ayudando.
Tae: Qué tal si salimos a por un helado?
Vane: Me parece buena idea.-sonrió.
Al finalizar, salimos caminando en busca de algún carrito de helados que hubiera cercano. Por suerte, a dos cuadras del apartamento había uno, y ella pidió helado de vainilla y yo de caramelo. Como había un parque cerca, ambos nos sentamos en un banquillo a disfrutar del helado.
Tae: Es muy dulce.-dije alegre.-y frío.
Vane: Por supuesto.-rió.-No puede ser salado y caliente.
Ella fue a llevar su helado a su boca, pero intencionalmente, yo moví mi brazo para que chocara con el de ella y el helado diera a parar en su nariz. Y salió justo como quería.
Tae: Jajaja.-reí sin parar.-Mira tu cara.
Vane: Con que estas tenemos?-ella cogió mi helado y me lo echó todo en mi cara y reía como loca.-Mírate ahora.
Tae: No se vale.
Vane: Ahora regresemos al apartamento, que tendremos que darnos un baño.
En el camino de vuelta todos nos miraban y reían, pero como ambos somos muy infantiles, reíamos también.
Ella me dio un vestido largo de ella y al terminar de bañarme me lo puse. Me veía muy chistoso con eso, y ella no paraba de reír, por nada. Ella también se dio un baño y salió ya vestida.
Vane: Tae, de veras que te ves muy... Muy....-no podía ni hablar de la risa.
Tae: Ya Vane, que es incómodo.-hice puchero.
Vane: Está bien. Voy a lavar tu ropa para que te la vuelvas a poner.
Cuando estoy con ella, sensaciones extrañas comienzan a surgir en mi corazón. Es tan extraño, porque nunca me sentí así.
Al ella regresar, la cuestioné acerca de ello.
Tae: Vanessa.-ella me miró.-Qué es lo que pasa cuando ves a una persona, y tu corazón se acelera, cuando ella sonríe y uno no puede evitar sonreír también, cuando la extrañas en demasía y quieres verla a menudo?
Vane: Eso es amor.-me sonríe.
Tae: Qué es el amor?
Vane: Es lo que dijiste hace un instante. Cuando amas a alguien, no puedes alejarte de él, tienes ganas de estar a su lado. Te pones celoso cuando ves a esa persona con otro y muchas cosas más.
Tae: Entonces, te amo?
Vane:-ella abrió sus ojos grandemente.-Qué?
Tae: Desde que te vi, quise protegerte, no me quiero apartar de tu lado, por lo que como tú dijiste, eso es amor.
POR T/N...
Cuando la tarde llegó, quise ir a ver a Tae, pero el problema es que JK me acompaña a todos lados, no me deja sola. Él me llevó en su auto hacia allá, pero ambos nos sorprendimos al verlo con Vanessa saliendo de su apartamento.
T/n: Esto sí que no me lo esperaba.
JK: Ni yo.
T/n: Que triste, me quitaron a mi Tata.-hice puchero y me retorcí en el asiento del auto, y gracias a las que siempre menciono, a mis hormonas maternas, las lágrimas se acercaban a mis ojos.
JK: T/n, estas llorando?
T/n: No me ves?
JK: Por él?-dijo incrédulo.
T/n: Algún problema?
JK: Solo puedes estar así, si él fuere el padre de tu hijo.
T/n: Y porqué insinúas eso?
JK: Es claro, no quieres que esté con otra mujer.
T/n: Ya te dije que él no es el padre de mi bebé.
JK: No? Y quien más sería?
T/n: No es él.
JK: Sí.
T/n: No.
JK: Sí
T/n: Si digo no, es no.
JK: No mientas, el padre es él.
T/n: Que no.
JK: Que sí.
T/n: Que no.
JK: Que sí.
T/n: Cuando pararás de contradecirme?
JK: Cuando me digas quién es el padre.
T/n: Que no.
JK: Sí
T/n: No.
JK: Sí.
T/n: Hay ya.-grité.-Eres tú.-dije sin pensar.
JK: Qué?
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Esclava Predestinada.* JK y Tn
De TodoNo es la típica historia de la esclava sexual, así que mejor descúbranlo leyendo.