Querida Delfina:
Hoy te vi en la escuela, estábas frente a mí. Me sonreíste, yo te sonreí, caminaste hacia a mí, y cuando iba a abrazarte, me pasaste por un lado, rozándo nuestros hombros. Me miraste y me dijiste un suave "lo siento" y caminaste hacia un chico que estába detrás de mí, le abrazaste y, después, le besaste.
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Cartas a Delfina.
PoetryY éste es, un amor que nunca pudo ser. Uno que, aunque fue mútuo, murió.