Décima novena carta.

163 19 0
                                    

                Querida Delfina:

Hoy tu madre ha venido a mi casa llorando.

Delfina, eres tan egoísta. ¿Cómo pudiste irte? Sólo pensaste en ti. No pensaste en los demás. No pensaste en todo el  dolor que causarías en los demás.  Eres tan malditamemte egoísta, Delfina.

Estoy enojado, Delfina. Pero más que enojado, estoy destrozado. Enojado porque pudiste amarme como yo te amé, y pudimos haber estado juntos, Delfina. Destrozado porque yo te amaba, y aún te amo.

Te fuiste, pero aún así seguiré mandándote las cartas que alguna vez escribí para ti, porque esa es la única manera en la que puedo sentir que aún estás viva, Delfina.

Morgan xX.

Cartas a Delfina.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora