Querida Delfina:
Hoy te vi detrás de mi ventana. Ibas entrando a tu casa. Tu madre y tu padre te sostenían delicadamente.
Miré tu rostro.
Tenías ojeras.
Te veías tan infeliz.
Tan triste.
Tan deprimida.Ya no sonreías.
¿Por qué?
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Cartas a Delfina.
PoetryY éste es, un amor que nunca pudo ser. Uno que, aunque fue mútuo, murió.