¿Alguna vez pensaron en como podría terminar el mundo realmente?
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Gritos de desesperación inundaban el edificio, Alaska estaba aterrada, y esperaba que todo fuera un sueño, pero lamentablemente no era así.
La niña se asomó por el balcón y vio a los que había llamado compañeros alguna vez mordiendo y arrancando la piel ajena. Sus rodillas temblaban y su mano cubría su boca con presión para evitar que un grito saliera de ella. Si hacía ruido estaría muerta, literalmente.
Escuchó un ruido y volteó, todo a continuación pareció suceder en cámara lenta. Esa criatura estaba a unos pocos centímetros, correr no era una opción, ya que el único lugar a dónde podía ir era a la planta baja, que estaba repleta de esos aterradores monstruos. La cosa se abalanzó sobre ella y clavó sus dientes en la pierna desnuda, cuando Alaska cayó al suelo, un grito agudo se escapó de sus labios, y las lágrimas aparecieron instantáneamente.
Actualidad:
Caminaba por la ciudad con dificultad, era una más de esas horribles criaturas, sus ojos se sentían pesados y la herida de su pierna ya había perdido toda la sangre.
Un disparo derribó a uno de los que estaban en su grupo, volteó para ver de donde venía ese molesto ruido.
Pudo distinguir a un grupo de mortales, eran tres chicas con uniformes de gimnasia, la que había disparado, una era pelirroja, llevaba el nombre "Jinkx" en su arruinado uniforme, la segunda, que parecía llamarse "Phi Phi", sostenía con fuerza la mano de la última ,"Sharon", sus rizos negros contrastaban perfectamente con su piel pálida, se veía tan viva, y ella moría de hambre, pero era tan hermosa que no quería que terminara como ella.
-Ten cuidado- pidió Sharon, para luego depositar un corto beso sobre los labios de Phi Phi, luego de esto, la castaña tomó un arma y se alejó disparando
Alaska se acercó a la pelinegra, ni siquiera le importaba que le disparara, al contrario, era lo que más deseaba, detestaba vivir en aquel cuerpo putrefacto.
Ella esperó el disparo, pero para su sorpresa Sharon la esposó y metió su cuerpo dentro de una camioneta.
-Debemos irnos, Phi Phi se encargará de ellos y luego vendrá en la otra camioneta- le dijo Jinkx a la otra mujer, pero para la mala suerte de las dos chicas, la castaña estaba siendo atacada por un gran grupo de zombies.
Sharon sabía que si intentaba salvarla, sería atacada también, así que con lágrimas en los ojos se puso al volante y se dispuso a llevar a Jinkx y a Alaska al refugio.
Alaska observó el lugar, tenía una iluminación terrible, además de que era muy silencioso. Ella solo quería que acabaran con su "vida" de una vez. Observó con sus cansados ojos como las mujeres entraban por la enorme puerta metalica, tenían delantales blancos polvorientos.
Su boca fue cubierta con un barbijo, igual al de las mortales, suponía que era por seguridad, para que no las mordiera, pero Jinkx y Sharon tenían suerte, ya que la rubia podía aguantar su hambre, pero si quisiera podría atravesar la tela con facilidad.
-¿Dónde está la herida?-
-En el muslo izquierdo- dijo señalando la notable cicatriz.
Alaska no entendía que diablos estaba sucediendo cuando Sharon agarró su pierna para revisar la herida ¿Que necesitaban de ella? ¿No podían simplemente dejarla morir?
-Pasame el frasco- pidió Sharon. Jinkx le dio un pequeño frasco con un extraño líquido negro, el cual fue vaciado sobre su herida causando un ardor demasiado fuerte.
Alaska gimió del dolor, haciendo que las chicas se sorpredieran.
-¿Funcionó?-
Sharon quitó la tela del rostro de la niña, y pudo comprobar que si había funcionado, luego de tanto esfuerzo y tantas perdidas, habían conseguido la cura para aquella terrible enfermedad.
Por otro lado Alaska se sentía más viva que nunca, y lo expresó con una enorme sonrisa.
Quitaron las cadenas que la envolvían y pudo estar de pie, aunque aún se sentía algo débil estaba muy agradecida.
-Muchas gracias- Alaska sintió las lágrimas recorrersus mejillas, ¡estaba viva!, viva otra vez.
Jinkx sonrió -¡Podré curar a Ivy!- dijo totalmente entusiasmada. Salió del cuarto a paso rápido, con un frasco nuevo en la mano.
Sharon le respondió a Alaska con una sonrisa y un abrazo.
Alaska correspondió, se sintió muy feliz de tener sentir el contacto humano luego de tanto tiempo, y como humana pudo darse cuenta del gran atractivo de la otra chica...
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