Cap11

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Cerré mis ojos fuertemente al sentir unos de sus dedos integrarse en mí lentamente. Apreté mis labios, pero era inevitable. Solté un pequeño gemido. Me siguió besando y yo sentía que ya no podía más, me despegué de él un poco pero introdujo un dedo más y el gemido fue un poco más fuerte que el anterior- ¡Maldición! –Apreté más los ojos y él sacó rápidamente los dedos de mí- ¿Estás bien? –Los abrí inmediatamente y me di cuenta de que me miraba angustiado- Nadie dijo que dejaras de hacer lo tuyo.

Sin más que decir, negó con la cabeza y con un movimiento rápido volvió a introducir los dos dedos en mí. ¡Hay Dios! Cada vez sentía más mojada mi feminidad, sentía que estallaría por completo si no me penetraba en ese momento- Así estás perfecta –Sacó rápidamente los dedos y se posó entre mis piernas. Había llegado el momento tan esperado por mí. Sentí su miembro rozar mi feminidad, con solo sentir un pequeño roce me volvía loca.

Se acercó a mí y me susurró al oído- No tengas miedo _______, quiero que te desplayes completamente, que grites lo que quieras, patalees o me arañes, no importa. Y, perdóname pero, no me detendré –Depositó un beso tierno en mi boca y apenas volví a enrollar mis piernas en su cadera, cuando sentí un dolor enorme. Con todas las fuerzas que había en mí, salió un gran grito de mis labios. Esperó unos cuantos segundos y comenzó a ir lento. Movía sus caderas en un vaivén. Cada vez las envestidas eran mayores, más fuertes que las anteriores. Haciendo que gritara aún más que la anterior.

Me aferré más a él. Mis manos llegaron hasta su espalda y no lo pensé dos veces. Lo apreté con todas las fuerzas de mi alma. Arañaba su espalda y a veces mordía levemente sus hombros. Mi cuerpo temblaba descontroladamente. Y los dos gemíamos sin control. Estaba feliz, completamente feliz. Él tenía tanta razón, es maravilloso, lo mejor que hay en ésta tierra. Seguíamos haciéndolo, pero ya no era tanto la lujuria y la pasión como al principio, ahora era tan cariñoso, tan lleno de amor y de casualidad mi mirada se encontró con la suya.

Sonreí y después de mirar su rostro hermoso, todo se nubló y comenzó a darme vueltas. Mi vista visualizaba solo obscuridad. Mi cuerpo dejó de reaccionar y ya no sentía nada. Escuchaba una tenue voz que me llamaba desesperadamente y no definí el tiempo, solo parpadeé y volví a verlo. Una lágrima corrió por mi mejilla, hasta desaparecer detrás de mi oreja. No me había sentido tan más feliz en mi vida- ¿_______? ¿Estás bien? ¿_______? –Lo principal que hice fue abrazarlo fuertemente. Él respondió de la misma manera y escuché un leve sollozo- No vuelvas a asustarme así preciosa –No, claro que no. Pensé

Embarazada de un Angel -TERMINADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora