Cap 21

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Ése día hicimos un montón de cosas y entre ellas la más importante. La habitación de Drew. Por suerte, la casa tenía varias habitaciones y comenzamos a decorar. Que si un color azul, uno verde o rojo. ¿Saben lo difícil que fue para Justin decidir? Lo bueno es que yo lo escogí y aunque no estuviera de acuerdo, no me importó. ¿De dónde sacaría tanto dinero Justin? Muebles, pintura, decoraciones, juguetes, entre muchas otras cosas. ¿Se habría robado un banco? No lo creo. Bueno, era lo único que se me venía a la cabeza, discúlpenme.

De ser una habitación llena de polvo, muebles viejos, solo una cama y una pequeña lámpara, pasó a ser una linda alcoba para Drew. Hacerlo tomó algunos días, mientras pintábamos las paredes Justin manchaba mi rostro con pintura azul y verde. Según a él se le caía o no se daba cuenta. Al menos yo también me vengué… solo un poco, bueno, lo acepto, mucho. Las paredes ahora eran color azul con una franja verde de por medio. Colocamos algunas estrellitas, pequeñas lunas y uno que otro pequeño cohete en el techo, de ésos que brillan en la obscuridad. Todo estaba marchando bien.

Los muebles tenían forma de círculos y rectángulos. Muy elegante a decir verdad. Tenían un color negro que resaltaba perfectamente en la habitación. Colocamos también unas pequeñas repisas, bueno, eso lo hizo Justin, yo solo coloqué unos cuantos carros de colección en ellas. Compramos una pequeña cuna para Drew y también una cama individual para cuando creciera. Fue un trabajo agotador, pero de algo sirvió el esfuerzo. En realidad estaba muy feliz con los resultados. Tan solo quedaba esperar el nacimiento de mi pequeño angelito.


-Cambiaste de tema –La verdad lo había hecho. Me evadió completamente cuando le pregunté lo que significaba el anillo aquella noche-.


-No lo hice. Tú dijiste: “¿Verdad que sí Drew?”. ¿Qué podía hacer _______? ¿Pasarlo por alto? Claro que no –Se dirigió hacia el refrigerador y tomó una jarra, la cual contenía jugo de manzana. Sirvió jugo en un vaso de vidrio y me lo entregó- ¿Ya ves que no cambié de tema? –Tomé el vaso con las dos manos, lo miré durante unos segundos mientras lo movía de un lado para otro. Volví mi mirada hacia la de Justin, el cual me miraba detenidamente-.


-Está bien, ¿por qué siempre tienes que tener la razón? –Refunfuñé. Siempre la tenía, siempre- Bueno, entonces, volviendo al tema, ¿Qué es lo que significa Justin? Vamos, dímelo. Sin rodeos, suéltalo –Tomé un sorbo de jugo sin dejar de mirar sus hermosos ojos color miel-.


-No puedo decírtelo _______. Tengo que arreglar unos asuntos, tienes que esperar. La paciencia es una virtud, recuerda -¿Paciencia? No había escuchado eso de: “La curiosidad mató al gato” que al parecer, ésta vez sería algo así: “La curiosidad mató a _______”. ¿No entendía acaso las palabras que salían de mi boca? No podía esperar-.


-Sé que puedes leer mi mente, no tengo necesidad de decírtelo. Solo dímelo Justin, la curiosidad me está comiendo viva amor –Él me miró unos instantes y después negó con la cabeza-.


-No _______, no lo haré -¡Dios, estallaré!-.


-¡Por qué! –Lo sabía. La otra en mí había estallado-.


-¡Deja de preguntar o lo arruinarás todo! ¡Entiéndelo de una buena vez!


-¡¿Arruinar qué?! –Subí demasiado mi tono de voz y rápidamente maldije para mis adentros-.


-¡Los planes para la boda! ¡Demonios! ¡Maldición! Ése anillo es de promesa _______. En él te prometo que después del nacimiento de Drew me casaría contigo. Tengo que conseguir el perdón de mis superiores ________, para poder casarme contigo. Que entiendan mis razones de porque lo hice… y que Chris deje de hacerte daño. ¡Maldición! –Volvió a maldecir- Si no fuera por tu curiosidad todo esto sería un secreto, una sorpresa –Mis ojos brillaron rápidamente. ¿Boda? Entonces estaba en lo cierto. Miraba detenidamente las facciones de su rostro, apretaba su mandíbula fuertemente, que hasta temía que se hiciese daño así mismo. Me miró a los ojos con decepción y se dio cuenta de lo que pensaba. Retiró su mirada rápidamente y se dirigió hacia la ventana de la cocina, posó sus manos en el borde de la encimera, apretando éste con tal fuerza que parecía como si fuese a destrozarlo en cuestión de segundos. Me levanté de la silla y me dirigí hacia él. Estaba extremadamente tenso, tomé sus hombros, no aguanté más las ganas y lo abracé. Fui una tonta en exigirle que me lo dijera. ¡Maldita curiosidad!-.


-Así que… ¿Una boda? –Dije en tono divertido. Pero para él no lo fue, no rió, sonrió o respondió de alguna otra manera, solo siguió quieto como si fuese una estatua- ¿Justin?


-Dime –Contestó fríamente-.


-Oye, discúlpame, no fue mi intención –Él siguió sin hacer absolutamente nada- ¿Estás enojado?


-No.


-¿No?


-No.


-¿Entonces porque no me prestas atención? ¿Por qué estás así conmigo? Si es por mi maldita curiosidad, pues… te agradezco mucho por decirme, estaba por comerme viva –Sonreí esperando ver en él algún signo de escucharme y a decir verdad, esto estaba enfadándome- Vas a hablar o no –Dejé de abrazarlo para poder mirar su rostro de perfil-.


-No.

Embarazada de un Angel -TERMINADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora