Cap 38

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Terminando de contar toda barbaridad dicha, solo rió. Me besó la frente mientras caían unas cuantas lágrimas de mis ojos. ¿Cómo podía reírse en cuanto le dije que Chris había hecho que Adam sacara de mis entrañas a mi hijo? Esto ya era el colmo.


-¡Hay amor, ya no llores! –Volvió a besar mi frente y sonrió- Creo que deberías dejar de escribir novelas por un tiempo. ¡Qué barbaridades dices mujer!


-¿Novelas? ¿De qué hablas? -¿A qué se refería? Él es el que estaba loco-.


-Bien, creo que es mi turno de explicarte la historia, tal vez así recuerdes las cosas. Me imagino que te preguntarás que, qué son todas esas flores y adornos de por allá –Señaló la parte de enfrente de la cama- Bueno, tienes muchos fans. Escribes novelas. Ayer mientras estabas escribiendo la segunda parte de tu libro, recaíste. Acción que fue provocada por falta de sueño y comida –Remarcó esto último- No has despertado desde ayer. Y éste pequeño que ves allí es Drew.


-¿Drew?... –Tragué saliva ruidosamente- ¡Drew! –Pronuncié el nombre tan fuerte que el pequeñín se asustó y se volvió a mí-.


-Hola mami –Emocionado, tomó una flor roja y un pequeño osito de peluche en sus manos. Corrió hacia mí, Justin lo tomó en sus brazos y lo puso a mi costado. Drew me los entregó y sonrió dulcemente- Papá decía que estabas enfermita… ¿verdad que ya no lo estás mami?


-No, no. Claro que ya no estoy enferma corazón –Se acercó a mi mejilla y me dio un pequeño besito-.


-Qué bueno mami, Adam dijo que Miel se encontraba bien, ya quiero que nazca –Tocó mi vientre, acercó su orejita y la pegó a él. Me imagino que trataba de escuchar algo, pero, ¿acaso estaba embarazada de nuevo?-.


-Drew, es hora de que te alistes, o llegarás tarde a la escuela –El nene despegó su orejita de mi vientre, me dio de nuevo un besito en la mejilla, bajó rápidamente de la cama y fue directo hacia la puerta- ¿No te olvidas de algo? –Dijo Justin. Drew corrió a los brazos de su padre y le dio un beso también- Ahora sí campeón.


-¿Mamá estará bien? –Lo dijo en un susurro, solo para Justin, el cual yo también escuché-.


-Yo cuidaré de ella pequeño, no te preocupes –Dijo Justin mirándome-.


-¿Y también de Miel?


-De las dos, te lo prometo –Levantó su mano y Drew la golpeó, chocándolas- Ahora tienes que irte, dile a la señora Mary que te ayude a vestirte, anda.


-De acuerdo –Salió corriendo de la habitación y Justin se recostó a mi lado-.


-¿Miel? –Pregunté con una sonrisa en el rostro. Él me estrechó entre sus brazos y sentí su delicioso olor a hombre, el mismo que me hacía estremecer. Sin duda alguna, lo extrañaba-.


-Sí, bueno, si no te gusta el nombre, podríamos cambiarlo amor. Aunque todavía no sabes qué es, Drew dice que será niña –Tomó mi mano y entrelazamos los dedos. Y me di cuenta que mi mano cargaba un anillo, que era idéntico al que me regaló… en mi sueño-.


-No… me gusta ese nombre… ¿Seguro que fue un sueño Justin? –Tal vez si fue verdad lo que había pasado con Chris y en estos momentos me quedé dormida. Solo deseaba que no fuera así-.


-De hecho, lo que me contaste, es prácticamente la trama de la historia que escribes. Usaste nuestros nombres, el de Drew, Adam, el mío claro, entre muchos otros. Bueno no son muchos la verdad –Me miró fijo y yo también lo hice. Esa mirada que me desnudaba el alma completa y revelaba cada parte de mí. En la que sentía que todo se detenía- Debo de admitir que me sentí impotente _______. Aunque no lo creas y no te acuerdes, últimamente nos hemos distanciado un poco. Tuvimos peleas y discusiones, y el verte allí recostada en el suelo sin que me respondieras… fue un milagro encontrarte a tiempo –Cerró los ojos fuertemente, de ellos comenzaron a emanar lágrimas lentamente- Perdóname.


-¿Por qué has de pedirme perdón? –De pronto venía todo a mi cabeza. Las llamadas nocturnas, salidas tempranas y llegadas tardes. Todo volvía a mi cabeza, comenzaba a recordar lo que había pasado ayer, antier y los días anteriores. Comenzaba a recordar todo… todo- Me… ¿me engañaste Justin? –Tragué ruidosamente-.


-Salí con una chica llamada… -Lo interrumpí-.


-Selena, sí y sé que no hiciste nada… lo recuerdo Justin, lo recuerdo –Lo abracé rápidamente y comencé a llorar-.


-¡Gracias a Dios! Lo recuerdas pequeña. Discúlpame, por favor. No quiero perderte, no quiero –Lo miré fijamente-.


-¿No pasó nada verdad? Dime que no –Él negó rápidamente. Y yo lo sabía. Sabía que él no podía ser capaz de hacer semejante cosa-.


-Te juro por mi vida que no pasó nada, absolutamente nada pequeña. Y ahora lo que importa eres tú, el pequeño Drew y la personita que viene en camino. Fui un estúpido, lo sé –Sonreí al saber que lo que había pasado había sido tan solo un sueño y nada más. Tocaron rápidamente la puerta y entró la señora Pattie-

Embarazada de un Angel -TERMINADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora