Cap 31

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-Lo siento, no era para que te enojaras así hermano. Solo quería saber si abría un nuevo integrante en la familia. Es todo –Devoró el último pedazo de pastel que traía en la mano y me siguió hasta la puerta. Era muy noche para que _______ se hubiera ido así como así- ¿Adam? –Preguntó Paul al ver que no respondía-.


-Saldré a buscarla, dile al tío Peter que vuelvo en un par de horas –El frunció el ceño y asintió- Bien, te veré en el restaurant. Dejé al personal sin previo aviso, deben de extrañarme –Lo fulminé con la mirada, rió y se dirigió a la parte trasera del local. Tomé las llaves del auto y salí a su búsqueda-.

Mi historia:
(( _______ ))


Salí de la pequeña florería casi corriendo, con la esperanza de que a Adam no se le ocurriera salir a buscarme. Caminé por varias calles. La verdad no me importó por donde ir, con tal de desaparecer del camino de Adam, con eso estaba bien.

Dentro del invernadero estaba haciendo tremendo calor, pero, saliendo a la calle, estaba todo helado. Desconozco a que temperatura estábamos, pero mis pies perdían sensibilidad y calor.

Después de perderme yo misma por unas cuantas calles, a lo lejos veía un enorme farol. Su luz alumbraba muy poco a su alrededor y era tan amarilla que se parecía al sol. Yo recordaba ese faro.

De un segundo a otro, cerré los ojos dolorosamente y cuando los abrí, me vi a mí misma junto con un chico, tomados de la mano. Me decía algunas cosas y yo lo miraba detenidamente, de pronto, salté de alegría y nos besamos.


-¿_______? –Unos pasos venían hacia mí y escuché una voz decir mi nombre- ¿_______? ¿Eres tú? –Me volví lentamente hacia sí y ahí estaba un chico alto, de cabello negro, tez morena y bonita sonrisa-.


-¿Disculpa? –Él se acercó a mí y miró mi vientre-.


-Creí haberte escuchado decir que no te casarías ni tendrías hijos hasta terminar de estudiar leyes. ¿Qué pasó contigo?


-¿Leyes? Disculpa, ¿quién eres? –Él sonrió-.


-Rodrigo, tu ex compañero de leyes. ¿Qué te pasó? –Se acercó hasta quedar enfrente de mí y posó su mano sobre el abrigo- ¿Es de verdad? –De pronto Drew pateó, como respondiéndole. Yo gemí levemente y respiré hondo- Lo lamento, ¿te lastimé?


-No, no, para nada. Fue solo una patadita –Él asintió-.


-Genial, oye, ¿qué haces aquí? Hace mucho frío y no es lugar para una mujer como tú, y sobre todo por tu estado.


-No, lo que pasa es que recordé aquella farola que está allá y… -Callé de inmediato. No le tenía que estar contando esto a personas desconocidas, bueno, no tan desconocidas pero de todos modos-.


-¿Recordando viejos momentos? –Arqueó una ceja y sonrió- Sé que no es momento, ni lugar y que también ya te molesté con esto, pero… ¿Por qué terminamos? Era una bonita relación y aun no comprendo lo que nos pasó -¿Qué? ¿Yo había andado con él?-.


-¿De qué hablas? –Pregunté confusa-.


-¿Sigues viviendo en donde mismo? Podría encaminarte hasta tu casa y así platicar. Claro, si quieres –Vaya, un desconocido llamado Rodrigo me había salvado la noche-.


-Claro, vamos –Dije sonriente-.


Caminamos por muy poco tiempo y en realidad no sé de lo que me hablaba, yo solo hacía lo que muchas personas. Asentir y decir unas palabras. Como lo dije, solo caminamos un tramo muy corto, para mi sorpresa, mi casa estaba a solo dos calles del farol. Me contó que nuestra relación tuvo un lapso de 3 años y que nos casaríamos, pero que yo después de unos días terminé con todo.

Una vez que estuvimos enfrente de la casa, las luces de la sala se encendieron repentinamente y al parecer Rodrigo no se dio cuenta de eso. Se acercó a mí y se despidió con un abrazo y un cálido beso en mi mejilla derecha. Antes de marcharse, dijo que quería que lo invitara al nacimiento de Drew y que esperaba volver a verme.

Me detuve en el umbral de la puerta y respiré hondo, me volví hacia Rodrigo y él se había ido. Pero, cuando me volví para abrir la puerta, ésta ya estaba abierta, y Justin me miraba con el ceño fruncido y de brazos cruzados. El corazón pegó un salto de muerte. Feliz y decepcionado a la vez. Feliz porque estaba él allí. Decepcionado porque me dejó sola en el hospital.


-No te dejé allí –Dijo seriamente. Me miraba desaprobadoramente y se hizo a un lado para que pudiera pasar- ¿Por qué te fuiste de ese lugar _______? –Cerró los ojos y de pronto sus puños se cerraron fuertemente haciendo que sus nudillos se pusieran extremadamente blanquecinos. Y de pronto, explotó- ¡Y con ése tipo! –Cerró la puerta de golpe y yo estaba inmóvil. ¿Ahora era yo la que tenía la culpa de todo?- Y por lo que veo, viniste a casa con el estú/pido de “Rodrigo”.


-¿Lo conoces?


-¡Claro! ¿O acaso ya olvidaste que soy tu ángel? Yo fui quien te alejó de él. Quiso abusar de ti una noche, mientras tomabas varias copas y te caías de tanto tomar. Sé que no lo recuerdas, pero no quiero que le vuelvas a hablar… es… es un estú/pido –Se sentó bruscamente en el sofá y apretó fuertemente los labios- ¿Por qué te besaste con Adam?
–Me miró fijo y yo me quedé más callada que antes-.

Embarazada de un Angel -TERMINADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora