Cap 30

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¿Ya nos habíamos visto antes? –Preguntó confundida al escuchar su nombre-.


-No, pero tiene una cita en éste momento conmigo –Sonreí el verla asentir sonriente, cerró la puerta y caminó hacia la silla que estaba enfrente del escritorio-.
Esa fue la primera vez que conocí a _______. Desde ese mismísimo momento dejé de recordar mi crudo pasado con Demetria. Ahora me sentía completamente distinto.

21 de Noviembre de 2008.

Sabía y sentía que hoy sería un gran día, aparte de que _______ tenía cita en mi consultorio. Decidido, tengo planeado darle su regalo sorpresa, aunque ya hayan pasado dos meses. No me había atrevido decirle nada, parecería un maniático si pensaba en decirle lo de su cumpleaños y más aún que soy un desconocido para ella. Quería demostrarle de una vez por todas que ese tal Justin, no es para ella. Aunque estuviera embarazada, no importaba. Tanto había anhelado tener bebés, formar una hermosa familia y amar eternamente a mi esposa. El pasado fue pasado. Sé que esta es mi oportunidad. Lo sé.

Mi gran sorpresa fue ver a un chico del lado de _______. En realidad no lo había visto nunca, me imagino que sería Justin. Yo le sonreí y él me miró serio. ¡Qué carácter! Entramos en la habitación y solo preguntaba por qué tenía que ser yo el doctor suplente de ella y por qué, por qué, por qué. No lo sé pero me cayó mal.

Entre tanto disparate, _______ se desesperó y continuó con la cita de hoy. La llevé hacia la camilla y antes de que ella se recostara, sonó el celular de Justin y, como lo había dicho _______ varias veces, no esperó ni dos segundos y corrió hacia la sala. Dejándonos, por fin, solos.

La verdad, no hice esperar mucho mis palabras y sin más, antes de que ella me hiciera unas cuantas preguntas, intervine.


-Yo tengo una pregunta para ti… ¿Qué soy para ti? –Ella se quedó callada un lapso corto y después continuó-.


-Bueno, últimamente te has convertido en una persona que me escucha, cosa que Justin no lo hace. Como un amigo –Dijo, mientras yo esperaba una respuesta muy diferente. Negué con la cabeza-.


-¿Nada especial? –La miré detenidamente y me quité los lentes-.


Solo un amigo, alguien especial. Claro. Decidí cambiar el tema y abrió los ojos como platos cuando le mencioné el nombre de Drew. Creyó que no lo había recordarlo. ¿Cómo no recordarlo si lo mencionó un centenar de veces, después de que le dije que sería un niño?

Lo mejor del día fue el enorme favor que me hizo Justin. Se había esfumado como por arte de magia. Bueno, no por arte de magia, pero fue una suerte ya que se fue con una mujer y creo que con eso son puntos a mi favor. Le pregunté a _______ si quería que yo la llevase a su hogar, pero se negó. Claro, no me daría por vencido y volví a insistir. Ella accedió y así nos encaminamos a mi auto.

Ella miraba de un lado a otro, como buscando a algo. Le abrí la puerta de mi coche y entró cuidadosamente. Cuando estuve dentro, tomé mi reproductor de música y reproduje algunas canciones relajantes, encendí la calefacción y le pregunté que cuál era su helado favorito y ella puso cara de “¡¿Qué?!” y después preguntó que, qué era eso.

Me reí un poco y después recordé que estábamos en invierno, vaya pregunta Adam. Ahora le pregunté que si quería un café, pensó unos momentos y aceptó. Sonreí al escuchar un: “Claro, me agradaría”, pero después me preguntó que si yo tenía familia. Eso derrumbó la enorme barrera que estaba construyendo para alejar esos malos recuerdos. Le expliqué breve y tranquilamente lo sucedido y ella asintió.

No aguantaba más las ganas. Paul estaba narrando casi cada parte de su vida y yo desesperado por hacer lo que tanto estaba esperando. Por suerte, había puesto algunos pastelillos en el horno antes de salir, y rápidamente los fue a tomar. Era ahora o nunca.

Me acerqué a ella para besar esos hermosos labios que había estado deseando ya hace tiempo atrás. <Solo déjate llevar>, susurré. Junté mis labios con los suyos delicadamente, pero ella no respondió. Retrocedí unos cuantos milímetros y ella estaba pálida. Cerró los ojos fuertemente; yo lo hice también y nos besamos dulcemente. Era tan dulce y delicioso. Es todo lo que había estado esperando. Sus labios parecían derrochar miel y azúcar, tal vez era solo el momento, o mi pensamiento comenzaba a delirar. Se separó bruscamente y me miró muy detenidamente.


-Adam, yo… -Dios, ¿qué había hecho?-.


-Si esperaba unos momentos más, esto se abría quemado –Escuché la voz de Kevin que venía hacia nosotros. Trajo una charola con unos cuantos postres en ella y dio un largo suspiro- ¿En qué estábamos? –Se dio cuenta que yo estaba ocupando su lugar y bufó- Ya entiendo. En fin, un gusto conocerte _______, espero que te haya gustado la cena. Con su permiso- Se volvió a ir y de nuevo, todo quedó en silencio-.


-Lo lamento, me dejé llevar por el momento –Bajé mi mirada y suspiré. Que estú/pido- Perdóname, enserio, fui un tonto _______ -Tomé cuidadosa y delicadamente sus manos, esperando un milagro. Que no se fuera-.


-Fui yo la tonta. Nunca debí aceptar esto Adam. Esto es un error. Tengo que irme, lo siento –Se puso de pié y soltó sus manos de las mías. Se puso su abrigo y me miró unos segundos. Estaba en shock. <Esto es un error>, me quedé helado. Había dicho lo mismo que dijo Demetria cuando se fue. Eso fue lo que más me dolió.


-Eres un tonto Adam –Paul venía hacia mí, comiendo un pastelillo- ¿Cuándo tenías pensado decirme que ésta chica estaba embarazada? ¿Sabes lo que mamá te echará en cara? Deja tú a mamá, lo que dirá papá –Él rió y tomó el asiento en donde estaba sentada _______- De seguro a ella la echaron de su casa y el papi del niño la dejó. Se está aprovechando Adam…


-Más vale que cierres la maldita boca de una buena vez. ¿O querrás que lo haga yo? –Me paré bruscamente de la silla y me dirigí hacia el local-.

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Embarazada de un Angel -TERMINADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora