-Hola, hermosa. ¿Dónde está Justin? –Sarcásticamente preguntó. Pero era algo de lo que yo también tenía duda. Lo miré con pánico y me paré rápidamente, pero me tomó de la mano y me trajo hacia él. Haciendo imposible que pudiera moverme-.
-No lo sé. Suéltame –Zafé mis manos y golpeé su pecho con mis puños, pero no le hacía nada, parecía no dañarle. No se movió siquiera un solo milímetro. Era demasiado fuerte-.
-Ni siquiera lo intentes, sólo te lastimas tú misma, querida –Rió hipócritamente- Y no te preocupes, prometo que lo siguiente que haré, no te dolerá. Solo será un pequeño rasguño -¿Dónde fregados se había metido Justin? Error, en donde me había metido yo-.
-¿Qué pretendes hacerme? –Pregunté con un hilo de voz-.
-Como verás, _______, mi hermanito, Justin, no obedeció ni acató las órdenes de nuestros superiores. Como siempre, un débil imbé/cil. ¿Es tan fácil de manipular verdad? –Miró mis labios un momento y después se dirigió a mis ojos- Sabes, tú ibas a ser mi protegida, pero algo cambió, los planes salieron inesperados y por un error, fue Justin el elegido para ti, o más bien, tú lo fuiste para él. Te diré una cosa, no sé ni porque lo estoy haciendo pero, no estoy para contar cuentitos a niñas como tú, así que llegaré al punto… vengo a matar a este niño –Golpeó levemente mi abdomen el cual había estado creciendo últimamente- estés de acuerdo o no, lo haré de todas formas. Pero como te digo, solo será un pequeño rasguño. Prometo que dolerá, un poco –Mis piernas estaban perdiendo el control, y de un momento a otro, era de esperarse que cayera al suelo. ¿Qué me haría? ¿Qué le haría a mi hijo? ¿Por qué tanto rencor y odio hacia Justin? ¿Sería por mí? No lo sé. Solo sabía que me había metido en un lío enorme y si era probable que saliera, tal vez lo hiciera sola-.
-Tienes suerte de ser tan bella _______. Cuando el niño esté fuera de mi camino y el estú/pido de mi hermano también, te daré el gusto de hacerte mía, ¿qué te parece?
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Embarazada de un Angel -TERMINADA-
FanficCaminaba entre las sombras de la obscuridad. Y él era mi única luz para poder salir de toda esa soledad y de pronto… Desperté. Abrí mis ojos y me cegaban las luces del quirófano por completo. Guié mi mano hasta mi abdomen, cada día crecía más y más...