Suicide boy. -Reddie-

10- Todo irá bien.

"Todo mejorará" era lo que Eddie le decía todas las mañanas a su novio. Se besaban, se mimaban, y luego iban a clase. Las primeras semanas fue difícil, pues Richie parecía que iba a desplomarse en cualquier momento. Aún así, Eddie le alentaba a seguir, trataba de todas las formas posibles que Richie supiera que confiaba en el. Eventualmente, Richie volvió a ser él, haciendo bromas, molestando a sus amigos, y esas cosas. También estuvo yendo mas a menudo a un tratamiento en un hospital mental, fue algo complicado hacer que se abriera, pero acabó haciéndolo, por Eddie, por si mismo. Pudo dejar la medicación, siendo eso una señal de que había mejorado, mucho. Richie y el nunca se separaron. No es tan fácil como podía sonar, pues había días en los que Richie lloraba por horas, rogando por que la muerte llegara a el. Pero había algo bueno en eso, empezó a exteriorizar emociones. Empezó a diferenciarlas, a entenderlas. Cada avance que daba, lo compartía con Eddie emocionado, como un niño pequeño contandole a su madre lo que hizo en el colegio.

Hablando de madres, Maggie, la madre de Richie, trató de contactarle, muchas veces. Tuvieron conversaciones rápidas, apenas unas frases y terminaba cualquier intento de conversación. La mujer fue quien llamó a urgencias cuando encontró a su hijo en el suelo, desangrandose. Pero sabía que era su culpa, y no se atrevía a decirle nada. Por otra parte, su padre volvió a tener contacto con el, explicándole por qué no podía seguir estando con el, y como lamentaba el haber perdido ese tiempo. Richie aceptó sus disculpas, teniendo por fin esa relación padre e hijo que siempre había deseado.

—Richie.
—Eddie.
—Sabes que te amo, ¿Verdad?- susurró Eddie contra los labios de su novio, rodeando el cuello ajeno con sus brazos. Acomodandose en su regazo. El aludido solo pudo reir de manera suave.

—Lo se Ed's, yo también te amo.

Y así pasaban tardes enteras, dedicándose palabras de amor que terminaban en ciertas acciones algo subidas de tono. Se gustaban, se amaban. Era algo puro, real. Algo que les hacía felices. Eddie tenía claro que nunca dejaría a Richie solo, ya que el amor que le tenía le impedía hacerlo, y Richie tenía claro que Eddie era el amor de su vida. ¿Que importaba que no todos lo vieran correcto? ¿Que importaba que los demás creyeran lo que quisieran? Al final, eran ellos dos contra el mundo, y a ambos les gustaba esa idea.